Silvio | Icono del rock sevillano

La canción que une a béticos y sevillistas

  • En el estadio del Sevilla se inaugura una exposición sobre Silvio, el mítico rockero local que se definía abiertamente como sevillista y tenía en su discografía una canción dedicada al Betis

Silvio y Martirio en el Día Mundial del Beticismo de 1989

Silvio y Martirio en el Día Mundial del Beticismo de 1989 / Archivo de José Luis Ambrosio

Con la inauguración el miércoles de la exposición Silvio: Avanti con la guaracha, en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, se ha abierto de nuevo la clásica polémica entre los seguidores de los dos equipos sevillanos. Aunque muchos se empeñen en demostrar lo contrario, los béticos y los sevillistas siempre tendremos más cosas que nos unen que las que nos separan. Y una de ellas es una canción de Silvio. Por eso está bien recordar la génesis de esa canción de la que los béticos tanto presumen y que, a pesar de que la cantaba un tipo que era sevillista hasta la médula, se ha llegado a convertir en una especie de himno oficioso del equipo de La Palmera: Betis.

En realidad, esta canción al nacer no tenía nada que ver con el Betis ni muchísimo menos. Es historia conocida que la mayoría de las canciones que cantaba Silvio salían de sus recuerdos ancestrales sobre la música que había escuchado durante su vida, canciones italianas, francesas y, sobre todo, rock and roll americano clásico. Cuando se le venía a la cabeza alguna melodía la comenzaba a entonar y el resto de la banda iba dándole forma, más o menos, hasta que se iba convirtiendo en algo parecido a una canción, porque eso de ponerse a escribir una letra no iba con Silvio; las pocas veces que cogió un boli en su vida fueron para tocar la batería con él. Y esta que nos ocupa no fue una excepción: un día a Silvio le llegó el recuerdo de algo que sonaba a nanacamposdemiacalifornia nananananananaaaaaaaa y con unos retoques se convirtió en una canción para sus conciertos.

Cuando a Silvio le llegó la inspiración debió ser allá por los últimos meses de 1985 o los primeros del 86, porque cuando Silvio y Barra Libre actuaban en el 84, su repertorio estaba formado casi totalmente por las canciones del disco que editaron ese año. He repasado los conciertos que tengo grabados, como el del Día del Estudiante y la Radio de ese 1984, y no cantaban Betis; o para ser más exactos, no cantaban California, que es como la banda conocía por entonces a esta canción, debido a que esa era prácticamente la única palabra que Silvio recordaba de ella cuando la cantaba. Sabían que podía ser una canción de Elvis, pero nadie la recordaba, ni nadie se preocupó de buscar cuál podía ser ni quién era su autor.

Esta canción era una reescritura de '(Marie’s the name) His latest flame', una de las que Doc Pomus y Mort Shuman escribieron para Elvis Presley

Cuando la cantaban nadie decía Betis ni nadie pensaba en el equipo de fútbol; ese estribillo de eeeeeeeeeee tiiii, que era como lo entonaban en realidad, es algo que sonaba bien y fácil y es lo que Silvio le dijo a su banda que tenían que repetir en los coros. A Silvio nunca le hacían coros los demás miembros del grupo, y se ve que al hombre le hacía ilusión que se los hiciesen, así que se inventó ese eeeeeeee tiiiii para darse el gustazo de que el Pájaro y Miguelito Yak le hiciesen coritos. Nadie sabe exactamente, ni creo que se lo hayan planteado nunca, de donde sacó Silvio esto de eeeeeeeee tiiiii; yo tengo la teoría de que quizás pudiese provenir de una de las palabras más usadas del rock and roll, pretty, porque tengo grabaciones de algún concierto en el que Silvio terminó alguna vez la canción diciendo (algo muy parecido a) eso: preeeeeee tiii.

De todas formas, un estribillo como ese, gritado una y otra vez en Sevilla, no tenía más remedio que convertirse, por fuerza, en beeeeeee tiiiis, y como todos los demás miembros de Barra Libre eran béticos -el único sevillista era Silvio- fueron armando poco a poco una letra que les convenía, y así es como lo cantaban cuando hacían los coros; eso sí, Silvio nunca pronunciaba en los escenarios esa B verdiblanca.

La canción pasó al repertorio de Barra Libre y la cantaban en todos sus conciertos desde 1986 en adelante. Fue por entonces cuando en la letra ya se comenzó a ver el giro futbolístico; creo que fue, por lo que oigo en otra grabación de diciembre de ese año, Miguel Ángel Iglesias quien comenzó a cantar aquello de verde quiero ver yo a toda Españaaaaaá / y hasta a la real de Sociedaaaaaá

Aunque la letra definitiva con la que todos la conocemos ahora la escribió Pive Amador integrando todas las referencias al Betis, a San Fernando, al Sánchez Pizjuán, que se habían ido acumulando con el tiempo, y lo hizo prácticamente casi en el momento de grabarla, en 1988, en alguna de las mesas de los estudios de El Bola, cuando ya habían dejado de ser Barra Libre para pasar a ser Sacramento.

La canción se editó en el disco Fantasía Occidental y como nadie sabía todavía exactamente de dónde y de quién provenía, la acreditaron como tradicional, por lo cual, el día en que Diego A. Manrique presentó el disco en su programa de Radio 3, ejercitó su fina ironía achacando ese desliz al gracejo popular sevillano, cuando seguramente estaría pensando en que …anda que estos tíos no son sinvergüenzas ni ná

Porque Diego sí se había dado cuenta de que esta canción era en realidad una reescritura de (Marie’s the name) His latest flame, una de las veinticinco canciones que Doc Pomus y Mort Shuman escribieron para Elvis Presley, que este convirtió en otro de sus números uno. Ya lo dijo en cierta ocasión José Luis Ambrosio: si vas a pillar prestado hazlo a lo grande.

Al fin y al cabo, al ser un gran éxito de El Rey, esta era fácil de reconocer, pero Ambrosio tenía que hacer ímprobos esfuerzos para averiguar quiénes eran los autores de muchas otras de las canciones de Silvio, para poder acreditarlas adecuadamente. Yo tuve la fortuna de ayudarle alguna vez que vino a casa a hacerlo usando mis archivos y mis discos, pero la verdad es que era algo complicado. No era tan difícil saber que Chorla era originalmente el Something has changed me de Paul Anka, pero después de todos estos años todavía hay canciones que no sabemos desde dónde llegaron a la mente de Silvio.

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