Cultura

Sevilla se proyecta en Londres como potencia flamenca

  • La Bienal presentó su nueva edición con una vibrante gala en el Sadler's Wells, que reunió a los triunfadores de 2014 encabezados por un elegante Farruquito y un rejuvenecido El Lebrijano.

Truena. Truena en Londres y no es a causa del mal tiempo. Es que ha llegado Juan Peña cantando por bulerías En el soto y los versos de García Lorca suenan torrenciales en el Sadler's Wells, uno de los teatros más importantes del mundo. La maestría del Lebrijano y de los otros artistas galardonados con los Giraldillos 2014 asombraron el jueves por la noche en Londres en la gala Bienal de Sevilla, que agotó todas las localidades y donde se disfrutó y jaleó tanto que, por momentos, pareció como si la City o el barrio de Islington donde se ubica este escenario quedaran al lado de Lebrija o Triana. Otro Juan, Farruquito, daba fe de esa energía mágica en los camerinos al final de esta función organizada por el Ayuntamiento de Sevilla y el Flamenco Festival. "Un aficionado inglés que ha venido a verme todos los días me gritaba desde la primera fila Maestro, respira de tan metido como estaba en la función", comenta el nieto de Farruco, que corroboró en Londres el momento de madurez creativa que vive su carrera. El sevillano baila cada vez con mayor elegancia, midiendo y haciendo suyo el tiempo, pero sin renunciar a la percusión temperamental de sus pies ni a la velocidad que es marca de su saga. Tras dos noches actuando junto a su hermano Farru en el Flamenco Festival, donde tomó el relevo del guitarrista cordobés Vicente Amigo y de la bailaora gaditana Sara Baras, triunfadora absoluta de esta edición con llenos absolutos en sus seis funciones, Farruquito se entregó a esta gala con gran generosidad, poniendo su talento al servicio del resto en un espectáculo coral que abrió el Ballet Flamenco de Andalucía por caracoles y caña.

Las voces grandes sobrecogieron en Londres, como no podía ser de otro modo, y a las seguiriyas y bulerías del Lebrijano, que volvió a sonar joven y eterno, sucedió la soleá del chiclanero Antonio Reyes. Su recital fue un compendio de bellezas y se notó que el cantaor estaba a gusto, mucho más en su tanda final de bulerías, siempre soberbiamente acompañado por el guitarrista de Jerez Antonio Higuero.

La guitarra es probablemente una de las expresiones flamencas más queridas en Londres y el tocaor jerezano Manuel Valencia hizo rápidamente suyo el escenario del Sadler's Wells con un recital donde, solo con su guitarra bajo la luz cenital, interpretó una de las alegrías más hermosas que se hayan escuchado a este lado del Atlántico. Para el fin de fiesta Valencia, sobrino de Fernando Terremoto, retomó la guitarra para acompañar y marcarle el compás a todos los Giraldillos, incluida la bailaora Ana Morales, solista del BFA que mañana vuelve a actuar con Esperanza Fernández y Marina Heredia en este teatro, y por supuesto, Farruquito. La gala se cerró con Juan Manuel Fernández Montoya abrazado al Lebrijano y rodeados los dos de todos sus compañeros en una fotogénica instantánea llena de camaradería.

Tras las bambalinas, satisfechos y cargados de ideas tras dos días de intenso trabajo, se encontraban la directora general de Cultura, Isabel Ojeda, y el director de la Bienal, Cristóbal Ortega, que encabezaron la representación municipal en este Flamenco Festival que dirige el cordobés Miguel Marín. Miembros de la embajada española en el Reino Unido y de Turismo Andaluz y Turismo de Sevilla participaron también en esta acción conjunta por la internacionalización del flamenco que movilizó a numerosos touroperadores. Los resultados no se están haciendo esperar: las entradas para la Bienal de 2016 salieron hace una semana a la venta y ya hay espectáculos, como el de José Mercé, a punto de agotar el papel.

Cinco horas después de la gala, Farruquito tomó también otro avión, en su caso a Washington, y algo más tarde el Ballet Flamenco de Andalucía salió para Miami para iniciar la gira del Flamenco Festival estadounidense. Para entonces al público de Londres, recibido en el ambigú del Sadler's Wells con vídeos de la oferta cultural sevillana y de sus principales espacios, como el Maestranza, le había quedado tan claro como el sol que iluminó la jornada que esto es sólo un anticipo de todo lo que les dará Sevilla cuando vengan a visitarla por la Bienal.

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