Si tuviéramos que hacer un balance del estado del jazz en Andalucía a partir de lo visto y oído en el IV Encuentro de Big Bands celebrado el pasado fin de semana en Priego de Córdoba, el resultado sería mucho más que positivo, fantástico. Es cierto que las big bands ocupan un lugar poco destacado en la imagen pública del jazz, se suele hablar y escribir más de los solistas y sus grupos, destacando su música y destreza. Big band suena a algo ya pasado, situado en la década de 1930, en la era del swing. Pero todos los músicos de jazz pasan por estas grandes bandas -cada una cuenta con una media de 20 miembros- sirviendo de puerta de entrada y aprendizaje al mundo del jazz y punto de interacción y encuentro entre los músicos. Se sigue componiendo para big bands y se continúan grabando discos.

Los encuentros de big bands de Andalucía se vienen celebrando desde el año 2015 organizados desde la Federación Andaluza de Asociaciones de Jazz, Andajazz, con el fin de dar a conocer la labor formativa de las asociaciones de jazz andaluzas y presentar sus trabajos, además de fomentar el encuentro entre los músicos. En esta ocasión, el IV Encuentro fue organizado por la Asociación Cultural Jazz P.C. de Priego de Córdoba, localidad que fue una vez más epicentro del jazz en Andalucía.

Por el escenario pasaron el sábado cinco formaciones pertenecientes a asociaciones de la Federación Andaluza y como banda invitada tocó la Jove Sedajazz Big Band, una formación procedente de la pequeña localidad valenciana de Sedaví, donde el Colectivo de Músicos Sedajazz realiza un edificante trabajo formativo con niños y jóvenes. Las cinco big bands andaluzas participantes fueron la Big Band de Atarfe (Escuela Municipal de Música de Atarfe, Granada), Ool-Ya-Koo Amateur Big Band (Asociación Ool-Ya-Koo de Granada), Assejazz Big Band (Asociación Sevillana de Jazz, Assejazz), Jaén Jazzy Big Band (Asociación Jaén Jazzy de Jaén) y Clasijazz Swing & Funk Big Band (Almería).

Las diferentes formaciones que participaron en este cuarto encuentro aglutinaron a un numeroso grupo de músicos; más de 120 de todas las edades pasaron por el escenario, desde un saxofonista de 9 años de la Jove Sedajazz Big Band a adultos de más de 60. Las bandas en concierto recorrieron toda la historia del jazz. Sonaron temas de Dizzy Gillespie, Chick Corea, Ernesto Aurignac, Don Ellis, Dave Brubeck, y naturalmente Duke Ellington... Ocho horas de música repartidas en dos sesiones con un descanso para almorzar y reponer fuerzas, y el recinto lleno de asistentes a las 21:00. Un concierto de estas características, al aire libre, con las medidas anticovid pertinentes y un correcto comportamiento de los asistentes cumpliendo todas las normas de seguridad, brinda un gran ejemplo de cómo la cultura y el arte son posibles en vivo y en directo en tiempos de pandemia.