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La persistencia del piano

  • Seis nombres que muestran el poder del piano en la música clásica: Serguéi Babayan, Judith Jáuregui, Elisabeth Leonskaja, Laura Sierra, Manuel Tévar y Yasuyo Yano

Iberian Klavier piano duo actuando en las Noches del Alcázar de 2018.

Iberian Klavier piano duo actuando en las Noches del Alcázar de 2018. / Actidea

Pese a sus modestos orígenes a principios del siglo XVIII, los pianofortes entraron pronto en competencia con otros instrumentos móviles de teclado (claves y órganos positivos) y desde principios del XIX establecieron una hegemonía, apoyada tanto en la práctica doméstica como en las nuevas y cada vez mayores salas de conciertos, que aún persiste. El piano sigue siendo, sin duda, el rey de los instrumentos de la música clásica. Con un repertorio de una profundidad inabarcable y cientos de millones de practicantes por todo el mundo, no parece que su dominio vaya a terminar en breve. Las grabaciones pueden servir de termómetro. Aquí, una simple muestra en cinco álbumes recién aparecidos:

1. Elisabeth Leonskaja. Para eaSonus (el sello de su agencia artística), la insigne ucraniana deja un doble álbum dedicado a Schumann en el que reúne las dos sonatas (la es obra bastante infrecuente, acaso por su dificultad y su poco convencional estructura) con algunas de las piezas de los años 30 (la década del piano) más conocidas del músico: las deliciosas miniaturas de Papillons Op.2 y tres obras concebidas en torno al principio de la variación.

Schumann - Leonskaja Schumann - Leonskaja

Schumann - Leonskaja

De ellas resultan excepcionales por su rareza las conocidas como Variaciones sobre el tema de los espíritus, escritas al final de la vida del músico y que no tienen número de opus (WoO.24). El tema sometido a variación aparece en forma de coral que, según el compositor, le transmitieron los espíritus de Mendelssohn y Schubert. Además se incluye la Op.1 (las Variaciones sobre el nombre Abegg) y los Estudios sinfónicos Op.13 en una versión singular, con las cinco variaciones que Clara Schumann añadió póstumamente a la obra tocadas inmediatamente después del tema, antes de volver a ofrecer el tema y el resto de la partitura en su forma convencional. No hay ni un segundo de ganga en este soberbio doble álbum.

2. Judith Jáuregui. La pianista donostiarra deja por una vez su propio sello (Berli Music) para registrar en la marca alemana Ars Produktion este acercamiento al matrimonio Schumann. Junto a Camera Musicae, la orquesta del barcelonés Tomàs Grau, empieza interpretando una de las obras más populares de todo el repertorio no sólo pianístico, sino romántico en general, el Concierto Op.54 de Robert.

Schumann - Jáuregui Schumann - Jáuregui

Schumann - Jáuregui

Luego, ya en solitario, Jáuregui cierra el disco con otra de las piezas más célebres del compositor, su Arabeske Op.18, y entre medias juega al entrelazamiento de los esposos: primero con unas variaciones de Robert sobre un tema de Clara, las que incluyó en su Concierto sin orquesta Op.14 (conocida a veces como Sonata nº3), que se ofrece en su versión tardía de 1853; después en las variaciones que por aquel tiempo Clara compuso sobre un tema de Robert (en concreto extraído de sus Bunte Blätter Op.99) y que publicaría como su Op.20.

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3. Serguéi Babayan. El nombre de este pianista armenio, nacido el primer día del año 1961, empezó a hacerse conocido cuando a finales de los 80 y principios de los 90 se impuso en algunos importantes concursos internacionales. Luego, instalado ya en los Estados Unidos, donde sigue residiendo, pareció esfumarse, pero hace sólo dos años debutó en el sello Deutsche Grammophon en un singular álbum a dúo con Martha Argerich y música de Prokófiev y su nombre volvió a circular entre los aficionados. En aquel 2018 firmó un contrato con DG, cuyo primer producto es este intenso recorrido por la obra de Rajmáninov.

Rajmáninov - Babayan Rajmáninov - Babayan

Rajmáninov - Babayan

Babayan ha huido de las integrales para ofrecer una selección personal, mas íntima que extravertida, de la música del ruso. Se incluyen cinco preludios (extraídos de las Opp.23 y 32), cuatro études-tableaux (de las Opp.33 y 39), dos momentos musicales de la Op.16, el Morçeau de fantaisie en sol menor conocido como Delmo y tres transcripciones: de dos canciones de la Op.21 y el Andante de la Sonata para violonchelo Op.19: en una de las canciones la transcripción se debe al propio compositor, mientras que las otras dos son obras de Arcadi Volodos. El tono intimista y la delicadeza del artista armenio terminan por dibujar un Rajmáninov profundamente poético.

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4. Yasuyo Yano. Nacida en Tokyo y residente en Suiza, esta especialista en instrumentos de época llegó a Granada para tocar con la orquesta local de la mano de Andrea Marcon, que la había conocido por sus colaboraciones con el violinista Giuliano Carmignola. Allí se integró en el Trío Vega para una integral de los tríos de Mozart que IBS publicó hace tres años. Ahora ofrece en la marca granadina su primer álbum en solitario, que incluye las interpretaciones con un piano de época (construido por Christopher Clark en 2011, aunque no se informa del modelo) de dos grandes Sonatas de Schubert, la D 845 en la menor y la D 894 en sol mayor (conocida a veces como Fantasía, no por su canónica forma en cuatro movimientos, sino por el original carácter lírico y contemplativo de su primer movimiento).

Schubert - Yano Schubert - Yano

Schubert - Yano

Se trata de obras monumentales, nacidas en 1825 y 1826 respectivamente, que representan ya la madurez absoluta del músico en su característico estilo, de tan digresivos como personales desarrollos y modulaciones audaces y expresivas. La sonoridad del instrumento de época de Yano es sólo uno de los atractivos de un álbum en el que dominan los contrastes netos, rotundos y un fraseo de tan plástica como eficaz elasticidad.

5. Iberian & Klavier piano duo. Esto es, Laura Sierra y Manuel Tévar, que forman desde hace más de una década este dúo de pianos, posiblemente la más reconocida formación de este tipo en la música española actual. En su propio sello IbeMusik acaban de publicar su último trabajo, que sin duda les han escuchado ya sus seguidores en concierto. Springtime incluye una obra escrita originalmente para piano a cuatro manos, la suite Ma mère l’Oye (Mi madre la oca) de Ravel, más popular quizás en la versión orquestal que hizo el propio compositor de ella.

Springtime - Iberian & Klavier piano duo Springtime - Iberian & Klavier piano duo

Springtime - Iberian & Klavier piano duo

El extraordinario orquestador que era Ravel a veces se encargó también del trabajo inverso, de pasar música de la orquesta al piano, como hizo con el Preludio a la siesta de un fauno de Debussy, obra crucial en el desarrollo de la modernidad musical a principios del siglo XX y que aquí, en este arreglo de finales de los años 20 traslada el interés del color a la trama armónica y polifónica. También Igor Stravinski dejó una versión para piano a cuatro manos de su Consagración de la primavera, auténtico fetiche musical del siglo XX, servido aquí con toda la transgresora violencia del original. Como para compensar, de propina se puede escuchar el dulce balanceo del Cisne de Saint-Saëns.

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