Todo un clásico. Antes de que el soniquete de los niños de San Ildefonso cantando números y premio sea la banda sonora de la mañana del 22 de diciembre las conversaciones en el café, o delante de la impresosa en muchas oficinas suelen empezar: si me toca la Lotería de Navidad... Porque, para qué negarlo. Entre participaciones del colegio de los niños, la del bar del desayuno o la panadería, siempre se cuela el décimo comprado entre los compañeros de trabajo o el que, directamente, juega la empresa. Aunque no es el sorteo más millonario, pero sí el más repartido, cuatro de cada diez españoles dejaría su trabajo si la suerte cayera en su décimo.
Tanto el Gordo como El Niño son los sorteos de lotería más significativos del año. Representan casi el 50% de las ventas anuales de Loterías y Apuestas del Estado y, seguramente, es la época en la que más se sueña con un retiro dorado lejos del trabajo. Si en una empresa, todos los empleados decidieran dejar el trabajo una vez que les tocara el Gordo, habría un cierre por falta de trabajadores.
Seguros contra la fuga
Como en el mundo de los seguros hay soluciones para casi todo, esta no es una excepción. Algunas aseguradora cubren al empresario en caso de que su plantilla decida marcharse, según el comparador de seguros Acierto.com. Estas pólizas se responsabilizan de los costes derivados de contratar a una agencia de selección de personal y los gastos correspondientes a las horas extra de los empleados que no compraron el mismo décimo y que, por tanto, se han quedado en la empresa con más carga de trabajo y un tanto fastidados.
Lógicamente, esta póliza no está solo para que funcione en Navidad. Sobre todo se utiliza en el caso de que la competencia quiera fichar a los mejores talentos. Esto suele ser habitual en empresas tecnológicas, financieras y del sector aeronáutico, algo muy relacionado con el robo de datos e información.
Fidelidad frente a fraude
Otra de las opciones es la póliza de infidelidad, que en algunas aseguradoras recibe el nombre de fidelidad. Está pensada para las empresas financieras y su objetivo es proteger el patrimonio del asegurado en caso de apropiación fraudulenta de los empleados de bienes, valores, fondos, dineros y activos mediante estafa, robo, hurto, etc. También suele cubrir las consecuencias del uso ilegítimo del terminal de comunicación y de la defradudación de fluido eléctrico.
Compromiso
En cualquier caso, estos problemas de fugas de talentos no suelen ocurrir cuando el empleado se siente comprometido con la empresa. Es aquí donde entran los incentivos profesionales, retos, motivación, planes de formación y la promoción de un clima laboral saludable, para ir empezando.
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