La Línea

Los sindicatos claman contra el "histórico maltrato" del SAS a La Línea

  • CSIF, UGT y CCOO se concentran en la puerta del hospital contra los despidos entre los refuerzos del coronavirus

La concentración de los sindicatos en el hospital de La Línea.

La concentración de los sindicatos en el hospital de La Línea. / Jorge del Águila

Delegados de CSIF, UGT y CCOO han realizado este jueves concentraciones en distintas ciudades de Andalucía, entre ellas La Línea, contra la pérdida de 8.000 profesionales de la sanidad pública a los que no se ha renovado el contrato “a pesar de ser completamente necesarios en el sistema sanitario público andaluz”.

“Haremos todo el ruido que sea necesario en defensa del sistema sanitario público y del personal que ahora se ha quedado en la calle después de dar lo mejor de sí durante la pandemia, con escasos recursos materiales y, en un inicio, poco conocimiento del propio virus del Covid-19”, ha manifestado Alberto Puyana, responsable de Sanidad de CSIF Cádiz, respondiendo al  director gerente del Servicio Andaluz de Salud, Miguel Ángel Guzmán, que dijo que la situación “no es para que sindicatos estén armando este ruido”.

Puyana, presente en la concentración en el Hospital de La Línea, ha insistido que “el personal que fue contratado para reforzar la lucha contra el coronavirus sigue siendo imprescindible” y que “no sobra nadie”. Además ha pedido “que la Administración abandone el maltrato al que está sometiendo a un sector esencial, en el que hay un déficit acumulado de unos 15.000 profesionales de todas las categorías en toda Andalucía”.

Como ya se apuntó hace unos días, el Hospital de La Línea se encuentra en una situación límite debido al “histórico maltrato que ha sufrido esta ciudad por parte del SAS, con un déficit de plantilla constante y que ahora se ha visto agravado tras el despido de unos 130 profesionales que fueron contratados para luchar contra la pandemia de Covid-19”.

CSIF vuelve a recordar al SAS que todos estos profesionales que llegaron a ser calificados como héroes, en lugar de contribuir a reforzar las plantillas, han sido ‘recompensados’ con la carta de despido.

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