Operación Rute

Policía Nacional y Agencia Tributaria desarticulan una activa organización de narcotráfico

Policía Nacional y Agencia Tributaria desarticulan una activa organización de narcotráfico

Agentes de la Policía Nacional y funcionarios de la Agencia Tributaria han desarticulado una de las organizaciones criminales más activas dedicadas a la introducción de hachís por las costas de Cádiz. La operación se enmarca dentro del Plan de Seguridad de la Secretaría de Estado para el Campo de Gibraltar.

Los investigadores comenzaron sus pesquisas al detectar una serie de embarcaciones recreativas sospechosas en el Puerto Deportivo de Rota. Con el avance de las gestiones, los agentes consiguieron identificar a las personas que estaban detrás de estas embarcaciones y llegaron hasta una organización criminal especializada en la introducción de grandes cantidades de hachís por aguas del estrecho de Gibraltar.

Los agentes han podido detectar la presencia de dos estructuras criminales diferentes que colaboraban activamente. La primera estructura, radicada en La Línea de la Concepción, se encargaba de negociar directamente con los proveedores de la sustancia estupefaciente en Marruecos, para lo que desplegaban un gran número de embarcaciones neumáticas de alta velocidad bajo su control y eran los responsables de cargar el hachís y de trasladarlo hasta la Bahía de Cádiz. La segunda estructura, con base en la bahía, desplegaba una serie de embarcaciones recreativas que llevaba a cabo la descarga del hachís por aguas del río Guadalete.

Los investigadores han podido determinar nuevamente que las organizaciones del Campo de Gibraltar están actuando fuera de su ámbito normal, por lo que necesitan la colaboración de otras organizaciones locales que controlan y conocen su zona de actuación.

La estructura, radicada en la Bahía de Cádiz, tenía su centro de operaciones en la sierra de San Cristóbal, en El Puerto de Santa María, donde aprovechaba su especial situación geográfica para el control de las entradas del estupefaciente por el río, aprovechando el narco-embarcadero del Poblado de Doña Blanca para la descarga del hachís hasta su total desmantelamiento y utilizando después su amplio conocimiento de la especial orografía del cauce del río para acometer las descargas aprovechando la bajada de la marea.

Averiguado el modus operandi de la organización criminal, los agentes fueron determinando el rol desarrollado por cada uno de los integrantes de la organización y descubrieron que, al menos, estaban usando seis embarcaciones recreativas diferentes para la entrada del estupefaciente.

Trasbordo de los fardos 

Un dispositivo conjunto de Policía Nacional y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria detectó la presencia de una embarcación semirrígida de gran tamaño y potencia cargada con numerosos fardos de hachís frente a la Bahía de Cádiz. De este modo, y gracias a los medios técnicos de la investigación, se pudo ver cómo zarpaban de la zona de influencia de la bahía de Cádiz dos embarcaciones recreativas hasta tomar contacto con la neumática, comenzando el trasbordo de numerosos fardos a las recreativas. En ese momento, se pudo interceptar una de las recreativas cuando se disponía a introducir por el cauce del río Guadalete una tonelada de hachís. Al mismo tiempo, y con la colaboración del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, se interceptó la segunda embarcación, cuyos tripulantes habían arrojado la sustancia estupefaciente por la borda sin llegar a recuperarse. En esta actuación fueron detenidas cinco personas.

Finalmente, el pasado 22 de junio, los investigadores llevaron a cabo la fase de explotación, cuando el juzgado autorizó diez entradas y registros en El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Jerez de la Frontera, Barbate y La Línea de la Concepción. Como resultado, los agentes detuvieron a 20 personas y desmantelaron el centro de operaciones de la organización criminal, situado en la Sierra de San Cristóbal, donde fueron intervenidos 20 equipos de trasmisiones vía radio, dos estaciones de carga, un amplificador de señal vía radio para larga distancia, numerosos teléfonos desechables y tarjetas prepago, teléfonos satelitales para las comunicaciones a larga distancia con las embarcaciones nodriza, un dron de vigilancia de altas prestaciones para vigilar el cauce del río durante la entradas del estupefaciente, detectores de señales GPS, inhibidores de frecuencias y dispositivos electrónicos de seguimiento por GPS.

Tras nueve meses de investigación, la organización criminal se da por desarticulada tras la detención de los líderes, los subalternos, los encargados de seguridad y logística e, incluso, aquellos empleados para labores de seguridad estática y dinámica. De los 23 detenidos que pasaron a disposición judicial, se decretó prisión preventiva para 13 de ellos.

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