La pareja hallada muerta en la tarde del martes en la vivienda de la calle Narcisos de la urbanización La Alcaidesa, en La Línea, se encontraba en trámites de separación, según ha podido saber Europa Sur por fuentes de la investigación policial. 

Los fallecidos, una mujer suiza con nacionalidad española de 64 años, y el hombre, italiano de 65 -en un primer momento se informó de las nacionalidades intercambiadas- residían desde hacía bastantes años en la localidad linense. Un vecino alertó a los servicios de emergencia al escuchar disparos en el inmueble. 

La Policía Nacional mantiene abierta una investigación que maneja como principal hipótesis la violencia machista, aunque sin descartar de momento otras posibilidades. Según las primeras pesquisas, el hombre habría asesinado a la mujer usando un revólver y, posteriormente, se habría quitado la vida. 

De confirmarse que se trata de un caso de violencia machista sería la séptima mujer asesinada por su pareja o expareja en lo que va de año.

Junto a los cuerpos sin vida de la pareja, los agentes encontraron casquillos pertenecientes a varias armas. Durante el registro de la vivienda hallaron un total de tres armas de fuego, junto a otros efectos de valor. Según fuentes policiales, el hombre era aficionado a las armas.    

Sin denuncias ante el Ayuntamiento

El Ayuntamiento de La Línea no tenía constancia de denuncias previas ni de atención por parte de los servicios sociales municipales sobre la mujer. 

Así lo ha explicado el alcalde linense, Juan Franco, en declaraciones a Canal Sur Radio recogidas por Europa Press, en la que ha detallado que, de acuerdo con los contactos que mantuvo este martes con el subdelegado del Gobierno y con el comisario de Policía Nacional de La Línea, "todo apunta a que se trata de un delito de violencia machista en el que, aparentemente, el señor mató a la señora y después parece que se suicidió, aunque la investigación está abierta".

Franco ha asegurado que la pareja "llevaban tiempo" viviendo en la zona de La Alcaidesa, donde residen unas 8.000 personas de nacionalidad extranjera, y "no nos constaban denuncias ni que esta mujer hubiera sido atendida por parte los servicios sociales municipales". "En definitiva, una situación muy desagradable cuando llega y nos toca de cerca", ha subrayado.