Los mejores lunes de La Línea son los de feria. Cientos de personas se dieron cita en el ferial ayer para continuar la fiesta que se desató durante el fin de semana crítico en afluencia de público masiva.

El ambiente empezó en el recinto ferial al filo de las 20:00. La mayoría de personas aprovechó la mañana y la tarde para reponerse tras el Domingo Rociero. El grueso de gente cenó en el recinto ferial, aunque algunos acudieron a las casetas cenados de casa. Una medida de estabilización económica.

A las 00:00 la bulla era ya una realidad. La medianoche atrajo al público. Pasadas las 02:00 los linenses volvieron a casa y las calles se vaciaron, pero no las casetas. El despertador volvía a sonar al día siguiente y se notó pese a la buena presencia de público.

Las casetas, hasta la bandera. Algunas sirvieron cenas hasta bien entrada la noche. Otras mantuvieron al público saltando y bailando hasta última hora, ese momento en que el amanecer queda más cerca.

Buena parte de los hermanos del Rocío de La Línea se reunieron en la caseta de la hermandad. La reina y su corte visitaron Fegadi durante la mañana y allí intercambiaron sonrisas y complicidades con los usuarios del centro de discapacitados. Lo hicieron en compañía de miembros del Gobierno local.

El alcalde, Juan Franco, destacó la ausencia de incidencias durante los días más difíciles de la feria, como es el primer fin de semana con coronación, cabalgata y Domingo Rociero. "No quiero hablar muy alto, porque ya se sabe en este tipo de cosas. El fin de semana se ha desarrollado genial", apuntó el primer edil.