La Línea

La jornada de historia analiza la masonería y burguesía linense

  • La segunda edición abarca el periodo de 1870 a 1900, los primeros de la localidad como municipio segregado de San Roque

El alcalde, Juan Franco, en el acto de apertura de la jornada, ayer.

El alcalde, Juan Franco, en el acto de apertura de la jornada, ayer. / jorge del águila

Los linenses tuvieron ayer una nueva oportunidad para conocer a fondo los orígenes de la ciudad en la segunda edición de las Jornadas de Historia de La Línea, organizadas por la asociación Protección Histórica Linense (PHL) y el Ayuntamiento. Cuestiones como la masonería, los orígenes del Mercado de la Concepción o la incipiente burguesía industrial al amparo de proyectos como la primera estación eléctrica fueron analizados por un completo panel de expertos a lo largo de diez conferencias en el Palacio de Congresos.

Al igual que la primera jornada, celebrada en septiembre del año pasado, la iniciativa resultó un nuevo éxito por asistencia de público. Los ponentes abordaron en esta segunda edición el periodo de 1870 a 1900 (continuación de la desarrollada el año pasado, que fue de 1810 a 1870), correspondientes a los primeros años de La Línea como municipio independiente y segregado de San Roque.

Las autoridades municipales, encabezadas por el alcalde, Juan Franco, acudieron a la inauguración de las conferencias en las que intervinieron Keith Sheriff, Juan Domingo Macías, Gema Rodríguez, Tito Vallejo, Ildefonso Ruiz López, María Luisa Villalobos, Luis Javier Traverso, José Martínez, José Martín y Santiago Sabariego. El público participó activamente planteando dudas, consultas e incluso reflexiones sobre estudios propios para complementar la visión de los conferenciantes.

Protección Histórica Linense, que preside José Martínez, también organizó actividades paralelas a las desarrolladas en el recinto de congresos. Entre ellas, destacó el homenaje a los fallecidos en el naufragio del barco Utopía que se produjo frente a las costas linenses y que se saldó con 525 víctimas italianas.

El buque se hundió en marzo de 1891, dentro del periodo temporal que abarcó la jornada de ayer. El sencillo acto consistió en un lanzamiento de una corona de flores al mar en el Puerto Deportivo con asistencia de una representación española, británica e italiana, y una visita al cementerio municipal.

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