La Línea

Los comerciantes de La Línea temen una caída de ventas con la peatonalización del centro

  • Las obras comenzarán en septiembre y se prevé que estén listas antes de Navidad

  • El Ayuntamiento defiende Franco defiende la mejora del autobús y que el centro se camina en 30 minutos

La calle Méndez Nuñez es una de las que pasará a estar peatonalizadas.

La calle Méndez Nuñez es una de las que pasará a estar peatonalizadas. / Jorge del Águila (La Línea)

En las próximas semanas arrancará la segunda fase de las obras de peatonalización y reurbanización del centro urbano de La Línea. A pesar de que el proyecto lleva años aprobado, y ya se llevó a cabo la primera fase, es ahora cuando los comerciantes linenses han sido conscientes del cambio que supone en el futuro de sus negocios. Este proyecto abarca las calles San Pablo (entre las calles Jardines y Aurora y el tramo entre Carboneros y Avenida de España), Las Flores (entre Isabel La Católica y la calle del Sol), Jardines (Las Flores y Teatro), Carboneros (San Pablo y la Plaza de la Constitución) y Méndez Nuñez (López de Ayala y la Plaza de la Iglesia).

El pasado 22 de agosto, el Ayuntamiento organizó una reunión informativa para explicar la peatonalización a todos los negocios que se veían afectados y resolver sus dudas. En ella, la dueña de la tienda Joannas' explicaba cómo ya tuvo que cerrar su negocio debido a la peatonalización de la calle San Pablo, al restringir el paso de los coches su clientela bajó hasta tal punto que tuvieron que cerrar y trasladar su negocio a la calle Jardines, que formará parte de la segunda fase del mismo proyecto. “Ya tuve que cerrar un negocio y no quiero que me pase lo mismo otra vez”, explicaba.

Disminuir la huella de carbono, incentivar el uso del transporte público y crear una ciudad más accesible para las personas con movilidad reducida son los objetivos que persigue este trabajo de peatonalización. Según el Ayuntamiento de La Línea, la meta final de este proyecto es hacer un centro urbano accesible, cómodo y uniforme. Añaden como ejemplo a la ciudad de Málaga, cuya calle Larios fue peatonalizada en el año 2002 y cambió por completo el centro de la ciudad andaluza.

A pesar de todos los beneficios explicados por el Consistorio, los comerciantes linenses temen que este nuevo centro pueda acabar con sus negocios, avalan que al no pasar coches podrán perder a gran parte de su clientela.

Uno de los primeros resquemores de los establecimientos se basa en las fechas de las obras de esta segunda fase. Según el alcalde, Juan Franco, empezarían en el mes de septiembre y estarían terminadas antes de Navidad. El temor se centra en las pérdidas económicas que sufrirán los negocios durante la temporada de invierno, ya que las calles estarán cortadas y en obras. “Si la calle está meses levantada y no se puede pasar, ¿cómo se va a fijar alguien en mi negocio?”, se preguntan los comerciantes.

La preocupación se extiende hasta la posibilidad de algún problema en las obras haga que no estén listas para antes de Navidad. A pesar de la insistencia de Franco en que las fechas serán las marcadas, cualquier retraso podría suponer a los comercios la pérdida de las ganancias de la campaña más importante del año. “Las fechas nunca contentarán a todos, si empezamos las obras en enero podría pillar Semana Santa y nos encontraríamos con el mismo problema”, afirmaba el alcalde.

La falta de aparcamiento y el elevado precio de los parkings son dos de las grandes quejas de los linenses. Este hecho se acentuó hace unos años con el cierre de los aparcamientos ilegales. A determinadas horas del día, encontrar dónde poner el coche en el centro de La Línea puede resultar una misión casi imposible. Aunque pueda parecer un hecho aislado, esto repercutió negativamente en los comercio linenses, hasta tal punto que algunos incluso tuvieron que cerrar. “Sin aparcamientos no hay clientes”, afirman los vendedores.

Franco hace hincapié en la nueva flota de autobuses que recorren la ciudad de forma continuada, repite que uno de los objetivos que persiguen con esta remodelación es incentivar el uso de este mismo. Además, anima a los linenses a ir andando al centro ya que “La Línea es una ciudad muy cómoda para ir andando y el centro se recorre en menos de 30 minutos”.

Una de las posibilidades planteadas ante este problema es la creación de una red de parkings inteligentes. Los comerciantes sugieren al Consistorio crear una zona verde próxima al centro peatonalizado. Este tipo de zonas, a diferencia de la azul, están diseñadas especialmente para los residentes bajo un precio establecido y sin límite de tiempo para poder estacionar. Ciudades como Madrid, Cádiz y Barcelona ya la han puesto en marcha con buenos resultados.

A pesar de que uno de los propósitos de esta obra es crear una ciudad más cómoda para las personas con movilidad reducida, los comerciantes se replantean la “verdadera” accesibilidad de esta zona. Si bien es cierto que pasear por el centro será más cómodo y fluido, la preocupación reside en el cómo accederán estas personas a las casas o establecimientos. Tal y cómo mencionaba una vecina de la zona, una persona con dificultad para andar y moverse no tiene suficiente con dos minutos de carga y descarga para poder entrar en su casa. Además, añade que no solo deben preocuparse los comercios si no también los vecinos porque la posibilidad de aparcar cerca de sus casas en situaciones de emergencia -o de cargar con cosas de gran peso- es muy limitada.

El contrato de la segunda fase se firmó el pasado mes de noviembre, por un importe de 538.005 euros, fue adjudicado a la empresa Martin Casillas SLU. Este proyecto está enmarcado dentro programa europeo Feder de Crecimiento Sostenible 2014-2020, basado en el fomento de los desplazamientos peatonales y ciclistas, así como la mejora de la accesibilidad y el incremento de la eficiencia en el transporte público. Del total presupuestado, el 80% estará financiado con fondos europeos y el 20% con aportación municipal.

Según lo dispuesto en el informe de redacción, se renovarán los trabajos consistirán en la renovación de las infraestructuras y servicios urbanos mediante la sustitución de las redes de agua potable y sus acometidas domiciliarias. También se cambiarán los puntos de luz, se construirán canalizaciones de baja tensión en las calles para la sustitución progresiva de las líneas aéreas a subterráneas, se ampliarán la red de gas natural. La plantación de arbolado en las calles peatonales e instalación de una red de riego por goteo, la ubicación de nuevas señalizaciones verticales y la construcción de contenedores soterrados de residuos en la esquina de la calle Isabel La Católica con San Pablo, además de la renovación del pavimento, serán otras de las nuevas mejoras.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios