La Línea

Un brazo para la linense Levina

  • La Fundación Vive Campo de Gibraltar y Raquel Martín comienzan una campaña para recaudar 30.000 euros para comprar una prótesis a una mujer amputada de La Línea 

Levina Sánchez y Raquel Martín.

Levina Sánchez y Raquel Martín. / Jorge del Águila

Levina Vargas Sánchez es una mujer linense de 35 años que un mal día recibió un golpe en la mano derecha cuando quedó atrapada con el canapé de una cama. Cuatro años llenos de sufrimiento después, los médicos le tuvieron que amputar el brazo por encima del codo. Ahora se está recuperando de la intervención y, aunque el daño psicológico es profundo, podría empezar a hacer una vida normal si pudiera colocarse una prótesis. El problema es que el brazo mecánico cuesta 30.000 euros y Levina no los tiene. Pero los va a tener, porque su amiga Raquel Martín Torres está removiendo cielo y tierra para conseguirlo.

De momento ha conseguido el apoyo de la Fundación Andaluza Vive Campo de Gibraltar de Ayuda a Enfermos Graves, nacida para prestar recursos económicos a personas que carezcan de ellos, y les sean imprescindibles para someterse a consultas o terapias que la Seguridad Social no facilite o haya evacuado el diagnostico declarando la irreversibilidad de la enfermedad.

"Han sido cuatro años con dolores, úlceras, infecciones, heridas, etcétera en un proceso que se podía haber evitado", explica Raquel Martín, que lanzó una llamada de socorro en un vídeo colgado en youtube en el que reclama donaciones para la Fundación Vive pueda adquirir el brazo protésico que ayude a su amiga "a realizar sus tareas diarias como cualquier otra persona".

Raquel Martín explica con fotografías el estado en el que Levina tenía el brazo antes de la amputación para narrar la pesadilla que ha vivido la mujer. Y es sobrecogedor. Tal era la inflamación que cuando se lo amputaron pesaba 24 kilos y medio. Le estaba descolgando el hombro y le provocaba fuertes dolores de espalda. Necesitó de morfina y un neuroestimulador, un dispositivo electrónico no mucho mayor que un reloj que, unas vez implantado en el cuerpo -normalmente en la parte baja del abdomen o en los glúteos- genera suaves impulsos eléctricos por medio de unos cables que palían el dolor. Levina no podía dormir y no comía hasta que le amputaron el brazo.

"Sé que la gente está cansada de muchos vídeos que son mentira, pero esto es cierto. Necesitamos que cada uno ponga su granito de arena, lo que se pueda cada uno porque entre todo lo podemos conseguir. Sabemos que es mucha cantidad de dinero y no nos gusta pedir, pero no nos queda más remedio", explica Raquel Martín, que está recogiendo tapones y colocando huchas en algunos puntos de La Línea para ayudar a su amiga. "Cualquier colaboración, por pequeña que sea, es mucho", subraya.

Estas mujeres están colocando carteles por La Línea y la Fundación Vive está preparando sorteos, espectáculos y rifas para recaudar dinero para comprar el brazo ortopédico. Para colaborar hay un número de cuenta (ES94 21008562142200065054) y si necesita cualquier información puede ponerse en contacto con la Fundación Vive en los teléfonos 607520414 y 619033201 o en el correo electrónico secretariafvive@telefonica.net.  

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