Después de los últimos acontecimientos acaecidos en La Línea de la Concepción, agradezco a Europa Sur la oportunidad que me brinda de escribir estas palabras.

Por la posición geográfica que ocupamos, esta zona del territorio nacional desde hace décadas ha contado con los problemas tanto del narcotráfico como del contrabando de tabaco. La cercanía a Marruecos, uno de los principales productores de hachís del mundo, la distinta fiscalidad del tabaco en Gibraltar, una situación social y económica complicada (elevadas tasas de desempleo, bolsas de población en riesgo de exclusión social, nivel formativo muy bajo en ciertos sectores de la población, etc.) han generado el caldo de cultivo perfecto para que proliferen ambas lacras. En los últimos tiempos, además, se han ido implantando estructuras mafiosas que cuentan con los medios más potentes (vehículos de gran cilindrada, lanchas, etc.) para llevar a cabo estas actividades ilícitas.

Frente a esta escalada delictiva no se ha ido produciendo una respuesta acompasada por parte de las instituciones estatales. La falta de dotación de medios adecuados, tanto humanos como materiales, en las fuerzas y cuerpos de seguridad y la imposición de penas no todo lo contundentes que se debiera han provocado el envalentonamiento de los que se dedican a esta despreciable actividad, lo que ha generado la ola de violencia que hemos vivido durante las últimas fechas.

La repulsa más absoluta por la sociedad linense ha quedado de manifiesto en la concentración que se celebró el pasado día 8 de junio, convocada por la FLAVI, como consecuencia del fallecimiento de Víctor Sánchez, agente del cuerpo de Policía Local.

Más de tres mil personas nos dimos cita en la Plaza de la Iglesia para unirnos y mostrar una sola voz contra esta lacra que nos asola y causa dolor.

Tras esto, el pasado lunes el delegado del Gobierno anunció una serie de medidas que ya se están notando en la ciudad, fundamentalmente bajo la forma de mayor presencia policial, contando en estos momentos con la incorporación de determinados cuerpos especiales y con el compromiso de dotar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en nuestra ciudad de mayores medios humanos y materiales con carácter estructural de forma próxima.

Ante esto, aplaudimos dicha iniciativa y animamos a que se consolide tal propuesta.

Pero, por desgracia, el problema va más allá. Una solución represiva contundente es esencial en estos momentos, pero debe diseñarse una estrategia a largo plazo que combine esta respuesta con afrontar la raíz del problema: debe trabajarse en profundidad para que esta zona se convierta en un lugar próspero, con alternativas de futuro, que minore las diferencias sociales existentes y que ese caldo de cultivo al que antes me referí desaparezca.

Para ello La Línea de la Concepción necesita la implicación de todas las administraciones; tanto el Estado como la Comunidad Autónoma de Andalucía, la Diputación Provincial de Cádiz y la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, deben trabajar codo con codo con el Ayuntamiento, al objeto de diseñar un plan estratégico a largo plazo, en el que cada una participe dentro de su esfera de competencias y podamos buscarle una solución integral a un problema, social y económico, del que el narcotráfico es su reflejo más impactante.

La cuestión es muy compleja, pero mi tierra se lo merece. Somos gente acogedora, trabajadora, honrada… pero por culpa de unos pocos no podemos pagar todos.