La Línea

Miguel Becerra deja la organización del Certamen Internacional de Cortometrajes Ciudad de La Línea

  • El director y productor linense toma la decisión para dedicarse plenamente a sus obligaciones familiares y laborales

Ángel Garó y Miguel Becerra.

Ángel Garó y Miguel Becerra. / E.S.

El director y productor de cine Miguel Becerra ha anunciado su renuncia a la organización del Certamen Internacional de Cortometrajes Ciudad de La Línea, que él mismo fundó, para poder dedicarse plenamente a sus obligaciones laborales y familiares. 

El cineasta se encuentra en las últimas semanas recibiendo buenas noticias por su última obra, el cortometraje La Valija, para el que ha contado con el humorista y actor también linense Ángel Garó.

En una carta abierta remitida a los medios de comunicación, Miguel Becerra se confiesa triste por la decisión, pero explica que no puede seguir compaginando sus obligaciones profesionales con la compleja organización de este certamen, y muestra su deseo de que otra persona retome su labor más pronto que tarde.

La misiva de despedida de Becerra dice textualmente así: "Me es difícil decirte esto amigo o amiga mía. Durante años soñé con realizar en mi ciudad de La Línea de la Concepción un certamen de cine. Tal vez desde muy pequeño. Lo hice, lo logré junto al esfuerzo de la coordinadora Eva María Prieto Uceda, La que me da fuerzas cada día, mi inseparable compañera de viaje. He soñado como un soñador, creyendo que podía organizar un evento único e incomparable".

"Soñaba desde siempre con los focos, con la gran alfombra roja, en un teatro lleno de ansiosos curiosos y amantes del séptimo arte. Al final de la escalera, encontré las miradas de la gente visionando por primera vez cortometrajes internacionales y nacionales. Pasaron tres años, tres ediciones y una cuarta a mitad de camino, suspendida por una pandemia mundial. Fui feliz por regalar a mi ciudad aquello que no tenía desde hacía mucho tiempo; uno o varios cines donde proyectar películas, aunque fuesen cortometrajes. Puse en bandeja de plata y de oro un Certamen lleno de ilusión, trabajo y dedicación. Lo hice libremente con entusiasmo, con coraje y ganas de otorgarle a mi pueblo lo que nunca se había hecho ni organizado hasta entonces. Soñé con ese mañana, con ese futuro lleno de cine, con cortometrajes en el certamen de mis sueños", continúa.

"Quise vivir la emoción de sentir esas proyecciones en una pantalla donde hubiera cientos de aplausos. Quise sembrar celuloide en mi tierra y que el sol iluminara la verdad de mi esfuerzo. Y se cumplió, de un dueño a realidad. Visioné durante esos años aquellas mágicas proyecciones de cortometrajes, donde el público sin barreras acudían  y vivían con emoción la luz del proyector. Pero hay nuevos caminos y nuevos destinos. Y es por eso que este humilde caminante no pueda compaginar su trabajo presente con esta linda organización del certamen, que tanta satisfacciones me ha dado. Quiero unir mi alma en luz con mis actuales proyectos, al creer que debo seguir volando, luchando con mis sueños tal vez en otro lugar, en otras ciudades, con otras gentes y otras mentes", apostilla.

La carta continúa con un deseo: "Pero podéis contar conmigo como consejero si alguien retoma lo que yo y mi mujer iniciamos, como pioneros, una vez más en esta ciudad de La Línea de la Concepción, donde me crie, conocí a la mujer de mi vida, nos casamos y tuvimos a mi gran amor, mi hija. Me juré desde muy pequeño cumplir mis sueños. Gracias al Gran Jefe, Jesús de Nazaret, llegué a ser director y productor de cine y organizar un certamen cinematográfico en este pueblo tan castigado por un destino incierto. Pero no creáis que me siento feliz al renunciar de su organización y dirección. Al contrario, y es que debo tomar mi nueva felicidad, mis nuevas miras y proyectos, las de mi familia, mi mujer y mi hija. La nuestra, nuestra libertad.Lo que fue cierto ayer, no debe ser cierto hoy".

"Ahora paso a otra etapa, busco otra felicidad más personal y más familiar. Voy a entregar mi vida a mi Dios particular, a Brindar lo que sé hacer, rodar cine, escribir. Y querer a mi familia o saber quererla que es distinto. Quiero y deseo aprender como un niño a ser feliz de otra manera, tal vez escuchando a mi corazón que me ofrece un destino donde vuelvo a tener lugar. Agradezco a los cientos de soñadores de mi ciudad y a los patrocinadores desinteresados que me acompañaron en amar lo que traje en forma de imágenes proyectadas de cualquier parte del mundo, esos cortometrajes que os brindé como el mejor manjar. Brindemos por no ser un hasta siempre, tal vez, nunca se sabe, puede ser un hasta luego. Y que sepáis que por mucho que lo he intentado contener, algunas lágrimas han salido de esta despedida como Director y Organizador del Certamen internacional de cortometrajes Ciudad de La Línea", concluye. 

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