La Mesa de Trabajo por La Línea, que aglutina a distintos colectivos sociales, sindicatos y partidos políticos de la ciudad, reclama que las administraciones pongan en marcha un paquete con importantes medidas sociales. La entidad se reunió con carácter de urgencia este viernes para valorar los últimos acontecimientos vividos en la ciudad. Además, se renovó el compromiso con la unidad cívica y la lucha por el reconocimiento de la singularidad y se acordaron medidas para que la ciudad se haga oír en las instituciones. "Es en momentos de gravedad cuando el pueblo linense debe permanecer unido y reclamar una solución de raíz a los problemas que explican lo vivido esta semana", ha indicado la Mesa de Trabajo. 

De forma unánime, los asistentes al encuentro acordaron tres apuntes para valorar la actual situación:

1. Lamentamos el fallecimiento de Sergio y Ángel, vecinos de La Línea y trasladamos nuestro pésame a sus familiares y amistades. Independientemente de las actividades en la que estuviesen presuntamente implicados, no son razones para tales irreparables consecuencias. Su muerte es y debe ser motivo de tristeza para la ciudadanía linense. Confiamos en que las fuerzas de seguridad sabrán explicar su actuación en este accidente para disipar cualquier duda que pueda existir, para lo cual entendemos que el instrumento más apropiado es una investigación, petición que ya se ha hecho desde ámbitos institucionales.
2. Lamentamos y condenamos los graves altercados vividos estos últimos días. Hacemos una llamada a mantener la calma recuperada y apoyamos a muchas de las vecinas y vecinos que sabemos que han trabajado para calmar los ánimos en los barrios de La Atunara y San Bernardo. Invitamos a las familias y amistades de los fallecidos a encauzar su reclamación de justicia por vías legales y pacíficas, que lleven sus dudas a los juzgados y que si existen indicios o pruebas de que no se actuó de forma adecuada los jueces lo investiguen. Pero las imágenes de violencia callejera en nada ayudan a esa reclamación y tienen costes económicos para toda la ciudadanía. Además, los agentes de la autoridad deben ser respetados bajo toda circunstancia, y los reproches a su labor, si estuvieran justificados y razonados, deben hacerse de manera pacífica, como así permite nuestro ordenamiento democrático. El único camino para evitar futuras tragedias es articular un movimiento social fuerte y pacífico que obligue a las instituciones a atender las reclamaciones históricas de singularidad, trabajo y dignidad de La Línea. Para eso necesitamos que la opinión pública empatice con nuestra causa, algo que las imágenes violentas de esta semana en absoluto favorecen, ni son representativas de la ciudadanía linense.
3. Los hechos son elocuentes y hablan de la quiebra social que sufre La Línea y en particular barrios como el de La Atunara o San Bernardo. Necesitamos dar una respuesta en varios frentes al problema del narcotráfico, con fuertes y continuadas políticas sociales, o de lo contrario el trabajo en materia de seguridad se irá al traste en escaso margen de tiempo, como han demostrado los últimos acontecimientos. Los poderes públicos no pueden aparecer exclusivamente en una zona para perseguir el narcotráfico. Una alerta en la que coincidimos de forma unánime y repetida en múltiples ocasiones Ayuntamiento, fuerzas políticas, sindicatos, movimientos sociales y coordinadoras antidroga. Para hacer posible eso, desde hace décadas, la Mesa de Trabajo por La Línea viene reclamando el reconocimiento de la singularidad fronteriza de La Línea. Un reconocimiento desde el Gobierno y la Junta que permitan articular de forma consensuada con el consistorio y el movimiento social políticas de equidad que terminen con décadas de abandono. Un abandono que ha sido especialmente crudo e indigno para los barrios de La Atunara y San Bernardo. Una propuesta, la del reconocimiento de la singularidad, que cuenta con un amplio consenso político y social en La Línea y una larga trayectoria histórica de lucha local. Una propuesta que necesitamos implementar ya, sin más dilación, con un mecanismo de coordinación social e institucional y un plan integral. Para crear empleo. Para solucionar la pobreza. Para construir tejido económico. Para apoyar al pequeño comercio. Para hacer formación profesional. Para desarrollar el turismo y la industria. Para mejorar los servicios públicos. Para dar estabilidad a los trabajadores públicos. Para invertir en infraestructuras. Para, en definitiva, erradicar el narcotráfico y traer paz y dignidad a nuestra ciudad