La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

La privada siempre gana

Espiral diabólica: agrandamos las brechas de desigualdad mientras hacemos más ricos a los ricos

Tanto el acceso a la Universidad como la FP Superior se ha convertido en misión imposible para miles de jóvenes.

Tanto el acceso a la Universidad como la FP Superior se ha convertido en misión imposible para miles de jóvenes. / Javier Albiñana (Málaga)

No tenemos que recurrir a la sanidad ni irnos al Madrid liberal de Ayuso para asumir este titular: "La privada siempre gana". En la salud, en la educación, en la dependencia y en acciones tan cotidianas como calentarnos y encender la luz. En todo lo que conlleve una oportunidad de negocio.Y Andalucía no es ninguna excepción.

Tras años denunciando el colapso de los centros de salud y las listas de espera hospitalarias, la pandemia nos acaba de enfrentar a situaciones inéditas en nuestro país: la saturación de la privada compite ya con la pública. Tener un seguro ya no te libra del suplicio de esperar varios meses para ir al oftalmólogo o el experto en digestivo. Ni siquiera poder permitirte soltar 270 euros para una consulta.

Mientras contábamos las víctimas del Covid nos dimos cuenta del agujero (y descontrol) que tenemos en las residencias de mayores y, desde esta primavera con la guerra de Ucrania, es todo Occidente el que se enfrenta al desafío global de la crisis energética, la inflación de precios (con la cesta de la compra por las nubes) y la amenaza de una nueva recesión.

La espiral es diabólica: al mismo tiempo que agrandamos las brechas de la desigualdad, y nos empobrecemos un poco más, hacemos más ricos a los ricos. Donde muchos pierden, unos pocos ganan (más). La política importa, siempre importa, pero sería simplista pensar que es una cuestión de ideologías. Se pueden maquillar los desajustes (deberíamos atrevernos a adoptar medidas más allá del café para todos) pero los problemas son estructurales y transversales. Tal vez el mejor ejemplo sea la frustración que viven estos días miles de jóvenes que ni han podido entrar en la Universidad ni estudiar un grado de capacitación en la FP.

La Selectividad no ha servido para nada. Tan fáciles se han puesto los exámenes y tanto se ha pasado la mano corrigiendo (me consta que esa ha sido la "instrucción") que el filtro son inmensas listas de espera en las que te quedas fuera por una simple décima; que te expulsan a la enseñanza privada con irresistibles ofertas de acceso y fraccionamientos de pago. Eso sí, para quienes lo puedan pagar; para quienes se quieran endeudar.

Dice la consejera Del Pozo que "hay que cambiar la mentalidad" y hacer una "verdadera revolución" en la FP. Sí, pero con valentía y estrategia; más allá de la salida urgente del plan de choque. En Infantil nos faltan niños y en la Superior nos sobran. Esa es la tozuda realidad de nuestra sociedad. Decadente y que hace aguas.

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