Una de las debilidades de esta diarrea promisoria es la falta de credibilidad del prometedor, y otra es su obviedad.

El lema de Antonio Muñoz, 'Sevilla y sólo Sevilla', busca que la votación del 28-M se produzca en clave local.

La mejora de la economía y el empleo es lo único que puede salvar a Sánchez: el español vota mucho con la cartera.

Su promesa de 183.000 pisos sociales sólo tendría sentido dentro del programa electoral de la próxima legislatura.

Mientras más tarde Moreno Bonilla en tirar la toalla y volver a empezar, peor le irá, en España y con Europa.

Es notoria en Pedro Sánchez la propensión a dictar el debate público y decidir de qué se habla y cuánto tiempo.

Un esperpento: el PP apoya la reforma de la ley, Pedro no la vota, Irene interviene contra el Gobierno al que pertenece...

El PSOE sobreactúa en su oposición al plan, con Ribera llamando señorito a Juanma y Celis hablando de terrorismo.