El sector del juego en línea implantado en Gibraltar se enfrenta a un periodo incierto y no solo por el Brexit. La semana pasada, Reino Unido anunció que prohibirá a partir del 14 de abril el uso de tarjetas de crédito para apostar, tanto en línea como en establecimientos físicos, con el fin de luchar contra la ludopatía. 

Según los datos que figuran en la página web del Gobierno gibraltareño, actualmente hay alrededor de 37 operadores diferentes de juegos en línea en el Peñón. Entre todos ellos se calcula que proporcionan alrededor de 58 millones de euros a las arcas públicas cada año. Esta última prohibición seguramente afectará negativamente a su modelo de negocio. La industria del juego en línea en Gibraltar emplea a más de 1.800 personas, lo que representa más del 12% de toda su fuerza laboral. Muchos de ellos son españoles. 

La prohibición se produce después de conocer los datos de un estudio acerca de los hábitos de juego de los ciudadanos británicos llevado a cabo entre agosto y noviembre del año pasado. En Reino Unido hay 24 millones de jugadores de azar habituales y casi la mitad (10,5 millones) lo hacen a través de internet. Se estima que 800.000 usan tarjetas de crédito para jugar, según datos de la UK Finance. Otra investigación, realizada por la Comisión del Juego británica, desveló que el 22% de los jugadores en línea que usan tarjetas de crédito para apostar están clasificados como jugadores problemáticos, lo que supone  un riesgo aún mayor de verse dañados. Según el departamento, dependiente del Gobierno británico, esta prohibición proporcionará “una capa significativa de protección adicional a las personas vulnerables”.

“El juego con tarjeta de crédito puede provocar daños financieros significativos. La prohibición que hemos anunciado debería minimizar los riesgos de daños a los consumidores por jugar con dinero que no tienen”, explicó Neil McArthur, director ejecutivo de la Comisión de Juego, en un comunicado. 

“También sabemos que hay ejemplos de consumidores que han acumulado decenas de miles de libras de deuda a través del juego debido a la disponibilidad de tarjetas de crédito. Hay evidencia de que las tarifas cobradas por las tarjetas de crédito pueden exacerbar la situación porque el consumidor puede tratar de perseguir las pérdidas en mayor medida”, continuó. “Nos damos cuenta de que este cambio incomodará a los consumidores que usan las tarjetas de crédito de manera responsable, pero estamos satisfechos de que reducir el riesgo de daño a otros consumidores significa que se deben tomar medidas”, dijo.

El año pasado, los responsables del Departamento de Digital, Cultura, Medios y Deportes también se reunieron con bancos y operadores de juegos de azar para discutir sus crecientes preocupaciones y cómo las empresas podrían usar la tecnología y los datos de los clientes para ayudar a aquellos en riesgo de desarrollar problemas de juego, incluidos aquellos que usan tarjetas de crédito. “Mientras millones juegan de manera responsable, también he conocido a personas cuyas vidas han sido dañadas por la adicción al juego”, explicó la ministra de Cultura, Helen Whately.  

“En el último año, introdujimos una ola de medidas más duras, que incluyen reducir la apuesta máxima en terminales de apuestas con cuotas fijas, introducir controles más estrictos de edad e identidad para los juegos de azar en línea y ampliar el apoyo nacional especializado a través del plan a largo plazo. También hemos asegurado una serie de compromisos de cinco operadores de juego líderes que incluirán una financiación de 100 millones de libras para el tratamiento de jugadores con problemas”, concluyó. 

Los métodos de pago para apostar por internet son variados y con matices diferentes, pero pueden agruparse en cuatro grandes grupos: las tarjetas de crédito y débito, los monederos electrónicos, las tarjetas prepago y las transferencias bancarias.

Reino Unido se convertirá así en el único país de nuestro entorno que restringe el uso de tarjetas de crédito en las apuestas y juegos de azar. FACUA-Consumidores en Acción reclamó el pasado miércoles al ministro de Consumo, Alberto Garzón, que siga el ejemplo de Reino Unido y prohíba el uso de tarjetas de crédito para apostar. “Esta medida ayudaría a luchar contra la ludopatía, una lacra que en los últimos años no para de aumentar, especialmente en colectivos vulnerables como jóvenes y adolescentes, tal y como han venido constatando asociaciones de jugadores rehabilitados y estudios en este campo”, argumentó la organización.

Pero los problemas no acaban ahí para el sector del juego online de la Roca. Algunas de estas grandes empresas pueden verse afectadas por la recomendación de la Comisión de Juego británica de que se prohíban los llamados planes VIP. En un estudio reciente realizado por el regulador gubernamental de juegos en línea aparece que algunas compañías están premiando a los jugadores que pierden grandes cantidad de dinero. Ofrecen apuestas gratis o la devolución del dinero cuando los mayores apostadores pierden. El informe cita un caso concreto de una empresa que recibe el 83% de sus depósitos del 3% de los clientes. Los algoritmos que sirven para detectar jugadores con problemas son menos efectivos que los que conceden el rango de VIP a ciertos jugadores. “Este informe muestra cuán completamente dependiente es la industria de las personas con problemas de juego y que se están beneficiando de ellos”, dijo la diputada laborista Carolyn Harris, del grupo parlamentario sobre juegos de azar. “Como ha sugerido la Comisión de Juego, estas prácticas deberían prohibirse para proteger a los jugadores con problemas”, concluyó.