Gibraltar

El Parlamento británico da vía libre a May para un 'Brexit' duro

  • Las cámaras dan el visto bueno a la ley sin condiciones previas

  • La reina Isabel II rubricará en las próximas horas un texto que da al Gobierno el poder constitucional para activar la salida

La Cámara de los Comunes británica suprimió ayer del proyecto de ley del Brexit las enmiendas que garantizaban los derechos de los ciudadanos comunitarios en el Reino Unido y otorgaban al Parlamento el poder de vetar el futuro acuerdo sobre la salida de la Unión Europea (UE). Horas después la Cámara de los Lores británica dio el visto bueno definitivo al texto, que permitirá ahora al Gobierno de la conservadora Theresa May activar el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

El proyecto de ley pasó primero por la cámara baja, donde -con 335 votos a favor y 287 en contra- la mayoría conservadora eliminó la enmienda sobre los europeos, mientras que el anexo que permitía al Parlamento bloquear el Brexit al final de la negociación quedó descartado por 331 votos a favor y 286 en contra.

Después, los Lores accedieron a respaldar la ley sin las enmiendas que habían introducido días atrás para proteger los derechos de los comunitarios y otorgar poder al Parlamento para vetar el Brexit, las suprimidas por la tarde por los Comunes.

Por 274 votos a favor y 135 contra, los parlamentarios renunciaron a reintroducir el anexo sobre los ciudadanos europeos, mientras que por 274 votos a favor y 118 en contra quedó descartado que el Parlamento pueda vetar el futuro acuerdo con Bruselas.

La portavoz de la oposición laborista en la Cámara de los Lores, Dianne Hayter, señaló que su formación renunció a alargar la tramitación de la ley una vez que la mayoría conservadora en los Comunes ha dejado claro que "el Gobierno no va a dar su brazo a torcer".

Hayter lanzó sin embargo a las personas "afectadas" por el Brexit el mensaje de que los laboristas "no se están rindiendo" a la hora de defender sus derechos.

El escueto texto de la ley, de 137 palabras, quedó listo para recibir la rúbrica de Isabel II, apenas un mes y medio después de haber llegado al Parlamento, el 26 de enero.

Aunque en los últimos días se ha especulado con que la primera ministra podría activar hoy mismo mismo el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que da inicio al proceso de salida, un portavoz oficial lo descartó antes de que se aprobara el proyecto de ley.

May ha asegurado que espera mantener el actual estatus de los comunitarios que viven en el Reino Unido tras el Brexit, pero negociará primero con Bruselas medidas recíprocas para los británicos en el resto del continente. Sobre la mesa estarán el derecho a residir en el Reino Unido, el acceso a servicios públicos como la sanidad y la educación, así como la capacidad de poseer empresas y tener propiedades, entre otros asuntos.

El Ejecutivo también se ha comprometido a someter a una votación parlamentaria el acuerdo al que llegue con Bruselas antes de ejecutar la salida de la UE, pero prefiere no estar obligado a hacerlo por ley.

El ministro para el Brexit, David Davis, afirmó ayer en ese sentido que el Gobierno no debe llegar a la mesa de negociaciones con las "manos atadas".

A pesar del compromiso del Gobierno británico para llevar el futuro acuerdo al Parlamento, la enmienda que había aprobado la Cámara los Lores iba un paso más allá, al establecer que los diputados podrían vetar la salida de la UE en caso de que no se firme ningún pacto cuando termine el plazo de dos años.

Davis avanzó que el Gobierno prepara planes de contingencia para ese escenario, aunque lo considera "improbable".

El laborista Hilary Benn afirmó por su parte que las leyes aprobadas por el Parlamento no son "cuerdas" para atar al Gobierno, sino "parte de la democracia".

Benn criticó que "aquellos que antes del referéndum argumentaron que salir (de la UE) devolvería la soberanía nacional" al Reino Unido "ahora están entusiasmados con hacer desaparecer la democracia".

Stephen Gethins, del Partido Nacionalista Escocés (SNP), afirmó que aprobar la ley sin ninguna enmienda es "entregar al Gobierno un cheque en blanco en uno de los asuntos más cruciales que ha debatido nunca este Parlamento".

La líder del SNP, Nicola Sturgeon, avanzó esta mañana su intención de promover un segundo referéndum sobre la independencia de la región, un anuncio que, según el portavoz de Downing Street, no condiciona el calendario de May para iniciar el Brexit.

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