El Gobierno del PP quiere llevar la iniciativa en las negociaciones a varias bandas que a medio plazo deberán abrirse para analizar las consecuencias del Brexit y minorar en la medida de lo posible el impacto sobre la ciudadanía de la salida del Reino Unido de la UE. Mariano Rajoy y García-Margallo dan muesras de querer tomar las riendas de un asunto que en el Campo de Gibraltar toca de lleno a los entre 7.000 y 9.000 trabajadores que trabajan a diario en Gibraltar.

El presidente del Gobierno recibirá el próximo jueves en el Palacio de la Moncloa a la primera ministra británica, Theresa May, en la que será su primera visita a España desde que relevó a David Cameron al frente del Ejecutivo de su país. May mantendrá una reunión con Rajoy y ambos compartirán también un almuerzo de trabajo, informaron a Efe fuentes del Gobierno.

El Brexit y sus consecuencias será uno de los principales asuntos que abordarán Rajoy y May en su reunión, que se celebrará después de que esta semana la primera ministra avanzara que el Reino Unido invocará el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea durante el primer semestre de 2017. Rajoy y May ya mantuvieron una conversación telefónica el pasado mes de julio en la que ambos convinieron que ningún ciudadano español o británico salga perjudicado por el abandono del Reino Unido de la UE.

Ni en esa conversación ni en la que mantuvieron cara a cara en China durante la reunión de líderes del G20 hablaron de Gibraltar, cuestión que a buen seguro sí estará presente en la cita del próximo jueves al hilo de cómo puede influir el Brexit en el futuro del Peñón.

Este asunto ha motivado esta semana un cruce de declaraciones entre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García- Margallo, y el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo. Después de que este último asegurase en la ONU que España "nunca pondrá la mano en Gibraltar", Margallo dijo el jueves pasado que él pondrá la bandera española en el Peñón "mucho antes de lo que Picardo cree".

El Gobierno central también tiene intención de intercambiar con la Junta de Andalucía opiniones sobre la propuesta de cosoberanía formulada ante la ONU. Así lo confirmó ayer la presidenta andaluza, Susana Díaz, al ser interpelada sobre el contencioso del Peñón.

El Estatuto de Autonomía concede a la Junta determinadas competencias en materia de acción exterior que, en el caso de Gibraltar, pueden ser de aplicación. La Administración andaluza, en concreto y según prevé el artículo 240, "podrá solicitar su participación en las delegaciones negociadoras" cuando se trate de tratados y convenios que afecten directa y singularmente a la Comunidad Autónoma, participación que se articulará "en el seno de la delegación española".

Pero Díaz no solo es jefa del ejecutivo autonómico, sino el mayor referente institucional y político de un PSOE descabezado tras el cese de Pedro Sánchez. El consenso entre los dos principales partidos españoles es difícil, pero en el caso de Gibraltar sería más que recomendable.

Hasta el momento los postulados de Gobierno y Junta han sido divergentes en cuanto a la forma de afrontar las repercusiones del Brexit en la comarca y en el resto de la comunidad autónoma. Ayer mismo, el diputado socialista Salvador de la Encina, criticaba la propuesta formulada por el Gobierno ante la ONU, una fórmula que "sonroja a cualquier demócrata", aseguró De la Encina. El socialista consideró que el dirigente del PP "se piensa que aún tiene la mayoría absoluta y ha planteado esto en la ONU sin consultar con nadie", apuntando que no sólo debería haberlo hecho "con el PSOE sino con el resto de organizaciones políticas".

De la Encina anunció que el PSOE va a registrar en los próximos días "una iniciativa parlamentaria para que se debata en el Congreso de los Diputados, donde reside la soberanía nacional", una posición consensuada sobre Gibraltar. El objetivo es "buscar el consenso de todos" y recordó que "siempre" lo han defendido sin renunciar a la soberanía. Para el político algecireño es clave "abogar por el entendimiento y las buenas relaciones".

Asimismo, el PSOE también quiere votar "un nuevo marco de acción para acabar con el bloqueo que está sufriendo la situación" subrayando que tanto el Reino Unido como Gibraltar "han rechazado la propuesta de la cosoberanía".

En este escenario, el dirigente socialista, recordó los acuerdos de Córdoba, vigentes durante el periodo 2004-2011 "que enterró el PP" y que, según su punto de vista, "tantos beneficios tuvo para la gente de La Línea".