Incertidumbre ante el Brexit

Gibraltar niega que los acuerdos de entendimiento con España estén en vigor

  • Picardo muestra su voluntad por permitir un paso fliuido por la Verja, pero obvia reforzar la lucha contra el contrabando y ofrecer más transparencia fiscal

Fabián Picardo atiende las palabras de Juan Franco, ayer.

Fabián Picardo atiende las palabras de Juan Franco, ayer. / Jorge del Águila (Gibraltar)

El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, dio ayer al alcalde de La Línea, Juan Franco, garantías de que su Gobierno ha abordado todos los problemas que le atribuye el informe de la Operación Yellowhammer, elaborado por el Gobierno de Reino Unido para constatar los efectos negativos de un Brexit sin acuerdo. Así, aseguró que su Gobierno jamás pondrá en “dificultades” el paso por la Verja y renovó su compromiso, pero a futuro, con los memorandos firmados entre España y Reino Unido para paliar el daño que produciría en el Campo de Gibraltar la salida no pactada.

Esos acuerdos de entendimiento aluden, efectivamente, al compromiso por ambas partes de permitir el paso de las personas por la Verja, pero también a cuestiones capitales como la mejora de la información que Gibraltar da a España sobre las empresas que operan en el Peñón (clave para luchar contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales), el refuerzo de la lucha contra el contrabando de tabaco o la subida de precios de este para desincentivar la entrada ilegal de cajetillas en España.

Picardo fue meridianamente claro al respecto. Gibraltar, dijo, es “un socio fiable para cualquier acuerdo que se pueda llegar en este momento difícil del Brexit”. “Lo hemos demostrado en relación a los memorandos que son parte del Acuerdo de Retirada que, aunque aún no son vinculantes, porque el Acuerdo no ha entrado en vigor, Gibraltar ya demuestra que estamos dispuestos a cumplir lo que serían nuestras obligaciones si lo hiciera. Y creo que por ahí pasa el futuro, por ser socios y por tener buenos pactos que sean en beneficio de las poblaciones de ambos lados de la frontera”, reflexionó.

Esta posición contrasta con la visión del Gobierno de España, que estima que los memorandos son ya de aplicación, con independencia de que haya o no un acuerdo sobre el Brexit. Para el Gobierno español, el asunto es capital: Hacienda estima que Gibraltar ingresa cada año unos 180 millones de euros gracias al contrabando de tabaco, lo que representa una cuarta parte de su presupuesto y el 20% de su PIB. 

“La aplicación de nuevas reglas en un entorno post-Brexit debe ser marcada por la flexibilidad y la generosidad para asegurar el bienestar y evitar el sufrimiento de ciudadanos y trabajadores europeos, españoles y gibraltareños”, sentenció el ministro principal.

Picardo y Franco coincidieron en asegurar que la situación, en caso de que se produzca un Brexit duro, “no va a ser tan dramática” como se ve reflejado en las cinco páginas del Yellowhammer. “La información en relación a Gibraltar es proporcionada por el Gobierno de Gibraltar antes del 29 de marzo ante la posibilidad de una salida abrupta, luego May movió su posición y cuando hubo un cambio de gobierno en Gibraltar se identificó lo que se había visto problemático para que tuviera solución.

Todas esas soluciones ya están preparadas”, dijo Picardo, a lo que Franco apostilló: “Ese informe era un tanto alarmante con una previsión la más catastrófica posible, pero estamos seguros que no se va a cumplir esa predicción, y lo más importante es que habría planes de contingencia previstos por nuestra parte”.

Franco, acompañado del teniente de alcalde Mario Fernández, se reunió en Convent Place con Picardo y el viceministro principal, Joseph García, así como técnicos de ambos lados de la Verja y el presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de La Línea, Lorenzo Pérez-Periañez, que fue el instigador de la cita ante la enorme y creciente preocupación en La Línea por los últimos acontecimientos.

Mientras el regidor linense mostró su inquietud por las noticias que llegan desde Reino Unido acerca de una salida abrupta de la Unión Europea, el jefe del Gobierno gibraltareño detalló todas las medidas adoptadas por sus funcionarios desde que se conoció la marcha del club comunitario y que se han ido remodelando según las circunstancias.

Franco acabó “bastante contento” de la reunión, aunque no pierde la “preocupación máxima” sobre todo por los trabajadores transfronterizos. “Fue una reunión más de trabajo en la que hemos hablado del paquete de medidas que ha puesto en marcha la Junta y que a Picardo le han parecido bien porque a nadie le gusta tener un vecino con problemas”, explicó. El eje principal de la conversación fue “el flujo de mercancías y el tránsito de trabajadores ágil” porque realmente es lo que más quita el sueño a ambos lados de la Verja.

Yellowhammer

El Gobierno del Peñón concretó en un comunicado que “todos los asuntos mencionados (en el documento de la Operación Yellowhammer) se expusieron y abordaron mucho antes del 2 de agosto”. “Se basaban en la planificación de los peores escenarios que el Gobierno de Gibraltar expuso en aquel momento y ha abordado plenamente desde entonces, trabajando estrechamente con el Reino Unido y nuestros vecinos de la UE (incluida España) sobre los problemas que pudieran surgir”, apostilló.

El Ejecutivo de Picardo afirmó que “están en curso los trabajos oportunos en el puerto de Gibraltar para tener aún más capacidad de contingencia en el tráfico marítimo”. “Aunque no se prevé que esto sea necesario, se quiere asegurar su disponibilidad. También se han abordado de forma responsable cuestiones relacionadas con el flujo de personas, vehículos y mercancías a través de la frontera, con especial atención a los alimentos, los medicamentos y los residuos”, continuo.

El ministro principal añadió que “todos esos trabajos no serán necesarios si Reino Unido, España y Gibraltar sabemos lidiar las posibilidades que el Brexit duro nos presenta, para que se conviertan en oportunidades y no en dificultades”. “El Gobierno de Gibraltar no va a crear ninguna dificultad en la frontera, ni para los ciudadanos británicos o de otras nacionalidades europeas, o incluso para los trabajadores transfronterizos que entran y salen de Gibraltar. No tenemos por qué tener esas dificultades”, insistió.

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