Gibraltar

España busca el apoyo de Iberoamérica en el conflicto de la Verja

  • Los 22 países que participan en la Cumbre que se celebra en Colombia emitirán un comunicado conjunto sobre Gibraltar por primera vez

El conflicto de la Verja da el salto desde hoy a un nuevo foro, la Cumbre Iberoamericana, donde el Gobierno de España obtendrá previsiblemente el apoyo de los líderes de los 22 países que comprenden la comunidad.

Nunca antes en la historia de estas cumbres España había solicitado de sus colegas iberoamericanos un gesto así, similar al que año tras año tienen con Argentina respaldando, también con un comunicado, su reivindicación sobre las islas Malvinas e instando al Reino Unido a solucionar el contencioso por la vía del diálogo. ¿Por qué entonces España pide ahora un respaldo similar en la cuestión de Gibraltar? Porque con la inminente salida de Reino Unido de la UE, España ya no se ve obligada a constreñir el contencioso al ámbito bilateral y a los órganos competentes en Naciones Unidas para evitar contaminar la relación con un socio europeo, sino que se siente más libre para elevar la reivindicación a otros foros internacionales, según explicaron fuentes diplomáticas.

A finales del mes pasado, el Ejecutivo español solicitó al Gobierno colombiano, organizador de la cumbre de este año en Cartagena de Indias, proponer al resto de socios de la comunidad iberoamericana la adopción de un comunicado especial sobre la cuestión de Gibraltar.

La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, confirmó que España había presentado a consideración de los países un comunicado sobre Gibraltar y explicó que era responsabilidad de los organizadores colombianos de la cumbre -la llamada Secretaría pro Témpore- hacer circular el texto entre los socios iberoamericanos, que tendrán que dar su visto bueno a la redacción propuesta o sugerir alguna modificación en su caso, previsiblemente el sábado.

Como todos los comunicados especiales que adopta la Cumbre, el texto ha de ser aprobado por consenso entre todos los países.

El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, manifestó que España solicitará el apoyo de los países participantes en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado para solucionar el conflicto de soberanía sobre Gibraltar y "poner fin" así a "una situación colonial que se prolonga desde hace más de 300 años". Sobre dicho asunto, argumentó, Naciones Unidas "tiene una larga doctrina" que insta tanto a España como a Reino Unido a "solucionar el asunto por medio de negociaciones bilaterales" que incluyan cuestiones de soberanía, respeten el principio de integridad territorial y "tenga en cuenta los intereses de la población del Peñón".

No habrá ningún país de los 22 que comprenden la comunidad iberoamericana sin representación en la cumbre, pero solo10 enviarán a su jefe de Estado o de Gobierno. Es el caso de España (Rey Felipe VI), Colombia (Juan Manuel Santos), Andorra (Antoni Martí), Chile (Michelle Bachelet), Ecuador (Rafael Correa), Guatemala, (Jimmy Morales), Honduras (Juan Orlando Hernández), México (Enrique Peña Nieto), Panamá (Juan Carlos Varela), Perú (Pedro Pablo Kuczynski), Portugal (que envía a presidente, Marcelo Rebelo De Sousa, y primer ministro, António Luís Santos da Costa) y República Dominicana (Danilo Medina). En el extremo contrario, Bolivia y Venezuela son los países que enviarán una representación de menor nivel, ya que en ambos casos será un viceministro (secretario de Estado) el que participe en el programa. Costa Rica, Uruguay y Nicaragua enviarán a sus presidentes, mientras que Argentina, Cuba, Brasil, Paraguay y El Salvador participarán con sus cancilleres (ministros de Exteriores). Uno de los alicientes que presenta la cumbre tiene que ver con la participación del secretario general electo de Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, que tendrá ocasión de reunirse con los líderes iberoamericanos y debatir sobre el estado de la región y del mundo en general antes de que inicie su mandato en enero próximo. Por segunda vez en la historia de estas cumbres, impulsadas por España y México en 1991, faltará el presidente del Gobierno español, que desde el pasado miércoles se somete a un debate de investidura del que, esta vez sí, espera salir elegido jefe del Ejecutivo mañana mismo. En 2010, José Luis Rodríguez Zapatero también tuvo que cancelar su asistencia a la Cumbre Iberoamericana de Mar de Plata (Argentina) porque debía adoptar una serie de medidas para afrontar la crisis económica que entonces golpeaba con más dureza a Europa.

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