Gibraltar

España pide a Gibraltar que se sume a una mesa de negociación

  • El embajador en la ONU defiende en la Cuarta Comisión la propuesta de una soberanía conjunta como la solución más beneficiosa para el Peñón y la comarca frente al 'Brexit'

El Gobierno de España apuesta fuerte por la soberanía conjunta de Gibraltar. Frente al nuevo escenario que dibuja la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea -y arrastrar con ello al Peñón- el embajador permanente en las Naciones Unidas, Román Oyarzun, relató ayer las ventajas de esta propuesta durante la sesión de la Cuarta Comisiób (el Comité Especial de Descolonización) y ofreció que el Gobierno de Gibraltar se integre en una mesa de diálogo, como parte de la delegación británica, para intentar alcanzar un acuerdo que le permita seguir aplicando los tratados de la Unión Europea cuando los británicos culminen el Brexit. "Desearíamos también que los gibraltareños estudiasen con detenimiento la oferta, pues atañe a su economía y a su bienestar; no se trata de imponer nada a nadie. Naturalmente, querrán hacerse oír en las eventuales negociaciones. Por nuestro lado, no hay inconveniente en que, en consonancia con el status internacional de la colonia, sus autoridades se integren en la delegación británica", argumentó Oyarzun.

"La propuesta española de cosoberanía se hace pensando, no sólo en la reclamación histórica de nuestro país, sino también en el bienestar socioeconómico de la zona y, muy especialmente, de los miles de trabajadores que, a diario, cruzan la Verja para trabajar, así como de aquellos otros cuyos negocios dependen de esa mano de obra", explicó en otro momento de su alocución, de la que resalta la aparición por primera vez de la posibilidad del "desmantelamiento de la Verja", ya que "España y el Reino Unido ostentarían conjuntamente las competencias en materia de defensa, relaciones exteriores, control de las fronteras exteriores, inmigración y asilo".

España ofrece -"con sentido de urgencia"- un régimen de soberanía conjunta sobre el Peñón "que permitiese el mantenimiento de Gibraltar en la UE y basado en el reconocimiento de un autogobierno tan amplio como sea posible". Esto supondría, según el Ejecutivo español en funciones, que "al desaparecer la frontera, puede pensarse en un enfoque integral de la economía de la zona con enormes posibilidades para el puerto y el aeropuerto de Gibraltar, que quedaría plenamente integrado en el sistema europeo". Es significativo que el representante español utilizase la palabra "frontera", desterrada anteriormente del vocabulario diplomático.

"A las empresas gibraltareñas y campogibraltareñas se les abrirían unas oportunidades magníficas de negocio. Nuestra oferta iría acompañada de un plan de inversiones para el Campo de Gibraltar para poder explotar mejor todas estas ventajas", dijo tras enumerar esas consecuencias provechosas que van desde el final de una controversia de 300 años hasta el hecho de que los gibraltareños "seguirían beneficiándose del libre acceso al mercado interior de la UE".

"Se desbloquearía la legislación comunitaria que está pendiente de aplicación hasta ahora debido al contencioso, en campos tan importantes como asuntos de justicia e interior, aviación o medioambiente", continuó Oyarzun. "El desmantelamiento de la Verja facilitaría los desplazamientos laborales, sociales o simplemente personales, haciendo mucho más fácil la vida diaria de los habitantes del Peñón y del Campo", relató el embajador español, que insistió en que se trata de una oferta de diálogo: "No queremos, en cualquier caso, imponer los términos de la oferta. Se trata de un punto de partida para negociar".

Además explicó en la ONU que aunque España no renunciaría a su "justa reclamación de llegar a una solución definitiva de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas" no pretende "con esta propuesta imponer su cultura en la Roca. "Quiero subrayar también que España no tiene ninguna intención de interferir en el modo de vida, costumbres y tradiciones gibraltareñas; sabríamos respetarlas y alentarlas, tanto más cuanto el Peñón comparte muchos rasgos culturales con su vecina Andalucía".

"Creemos en suma que la propuesta es un buen negocio para todos: para España, para el Reino Unido, para Gibraltar y para el Campo de Gibraltar. ¿Por qué no sentarnos a discutirla?", se preguntó para finalizar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios