Camino del 29-M

El Brexit encalla en Gibraltar

  • España vetará el domingo el acuerdo general de salida si no contempla su papel decisivo en la aplicación de las normas europeas en el Peñón después de 2020

La entrada a Gibraltar desde La Línea.

La entrada a Gibraltar desde La Línea. / Efe (Gibraltar)

El Brexit navegaba en buena dirección, sorteando eso sí una enorme tempestad, hasta que de repente encalló en Gibraltar. Y de ahí, de momento, no hay quien lo saque. La Unión Europea, España, Reino Unido y el Peñón están de acuerdo en cómo este último va a abandonar el club comunitario. También hay consenso en cómo va a ser la cooperación de la Roca con España en asuntos que afectan directamente al Campo de Gibraltar, caso de la fiscalidad. Pero hay un problema que amenaza con echar todo por tierra. España quiere que en el gran acuerdo se refleje específicamente y con claridad que las negociaciones entre el Reino Unido y la UE sobre Gibraltar después de la retirada deben contar con su consentimiento. 

El Gobierno de Pedro Sánchez considera "ambiguo" el artículo 184 del borrador del acuerdo para la salida del Reino Unido de la UE, sellado el pasado martes por Londres y Bruselas. En él se habla de la negociación y aplicación de acuerdos entre estas dos partes más allá del fin de la etapa de transición tras el Brexit, allá por 2020, una vez se acabe el periodo transitorio de 21 meses que comienza en marzo de 2019. Y no dice nada de que en lo que respecta a Gibraltar, la UE debe contar con el visto bueno de España.    

España y Reino Unido parecen enrocados en sus posiciones, hasta el punto de que ese desacuerdo sobre la futura relación del Peñón con la UE se ha convertido en el principal escollo para acordar el divorcio. “España tendrá que votar que no y ejercer su capacidad de veto”, reiteró anoche Sánchez. “Tal y como está planteado, no nos sentimos representados ni reflejados”, resumió el presidente del Gobierno, convencido de que debe “defender los intereses de la nación española” y que esto será entendido tanto por el resto de mandatarios europeos como por la primera ministra británica, Theresa May.

Incluso después de que el Gobierno español, el británico y el gibraltareño confirmaran que el martes concluyeron e las negociaciones sobre los cuatro Memorándums de Entendimiento y el Acuerdo Fiscal incluidos en el Protocolo de Gibraltar que a su vez forma parte del gran acuerdo de salida. El Ejecutivo gibraltareño matizó que los documentos "están sujetos únicamente a comprobaciones para la coherencia del texto, los aspectos legales y a ligeras aclaraciones pendientes, un proceso que previsiblemente terminará durante las próximas 48/72 horas". 

En la sesión de control del Congreso, el ministro de Exteriores español, Josep Borrell, explicó que el martes se cerraron, en la negociación entre el Reino Unido y España, los cuatro memorandos bilaterales, que completan el protocolo anexo al Tratado de retirada sobre Gibraltar, sobre el que hay acuerdo.

Donde no lo hay, insistió, es en la situación de Gibraltar en la relación futura entre la Unión Europea y el Reino Unido, así como en que las negociaciones sobre la misma son aparte. "Ahí queremos que se siga diciendo lo que se ha dicho siempre, que quede claro y no haya ninguna duda jurídica: que las negociaciones entre el Reino Unido y la UE sobre Gibraltar son negociaciones aparte y tienen que contar con el acuerdo de España", insistió.

Borrell se felicitó por haber logrado cerrar la negociación bilateral entre España y Reino Unido sobre Gibraltar y firmar el protocolo de salida y por el acuerdo en los cuatro memorándum sobre la relación con Gibraltar: "Completamos la retirada", dijo, pero a continuación matizó: se trata solo de los acuerdos "de salida". Borrell hizo hincapié en que todavía hay que cerrar cómo será la relación tras la salida efectiva del Reino Unido y la Roca de la UE.

Borrell dio estas explicaciones en respuesta a la pregunta que le formuló el diputado del PP José Ramón García Hernández, quien le ha acusado de hacer un "ridículo sin precedentes" en la negociación del Brexit. Según el diputado del PP, Borrell "no ha estado a la altura" de la oportunidad que le daba la salida para negociar la soberanía de Gibraltar, como por ejemplo al dejar fuera de la negociación el uso conjunto del aeropuerto que "abría la puerta a la cosoberanía y lo han dejado caer".

El secretario de Estado para la Unión Europea, Luis Marco Aguiriano, aseguró que Reino Unido introdujo el artículo 184 del tratado de retirada,el que no menciona la situación concreta de Gibraltar, a última hora, aunque  consideró que "hay tiempo" y fórmulas para introducir la "clarificación" que reclama España antes de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno del domingo.

Tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el ministro de Exteriores, Josep Borrell, ya habían advertido de que el visto bueno español al acuerdo de divorcio dependía de que se modifique ese artículo. 

Marco Aguiriano explicó ayer durante un acto de la Fundación Alternativas que España que no recibió el texto definitivo hasta el 14 de noviembre a última hora, después de que el Ejecutivo de Theresa May hubiese avalado el texto y de que se hubiese informado incluso a las autoridades gibraltareñas.

Dicho texto "incluía un artículo que nunca habíamos visto" y para el cual, en opinión del secretario de Estado, sería necesario introducir una "clarificación jurídica" para "evitar interpretaciones" en un futuro. En este sentido, desveló que fueron la Abogacía del Estado y la Asesoría Jurídica Internacional (AJI) de Exteriores quienes expresaron sus suspicacias.

Por este motivo, confía en que "se plasmen por escrito" las "garantías" trasladadas a Sánchez tanto por el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, como por el responsable de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. Ambos dirigentes europeos habían mostrado "total comprensión y solidaridad" con los argumentos españoles. 

Marco Aguiriano manifestó que, aunque el artículo en sí no tiene por qué representar un problema, está abierto a "una capacidad de interpretación muy importante". "Lo mejor es clarificar, no es falta de confianza", matizó el secretario, que junto a Borrell trasladó esta semana su "sorpresa" por el polémico artículo al jefe negociador europeo para el Brexit, el francés Michel Barnier.

"Pedimos una clarificación de una vez por todas porque esto es aquí y ahora", añadió Marco Aguiriano, que considera que "hay tiempo" para buscar algún tipo de matiz antes del Consejo del domingo.

Sobre las fórmulas para introducir el cambio, habida cuenta de que hay países que no quieren abrir de nuevo un debate que dan ya por cerrado, Marco Aguiriano explicó que los expertos del equipo español está buscando "el mejor método", pero consideró que hay "todo tipo de opciones" sobre la mesa perfectamente válidas.

"En los textos comunitarios hay de todo: declaraciones anejas, declaraciones interpretativas, protocolos, notas a pie de página, declaraciones de la Comisión o del Consejo, declaraciones a 27", repasó sin aclarar cuál sería la opción preferida por Madrid.

La primera ministra británica, Theresa May, declaró que Reino Unido no excluirá a Gibraltar de las negociaciones sobre la futura relación del país con la UE y recordó que hay un protocolo sobre la cooperación entre Londres y Madrid.

En la sesión de preguntas a la premier en el Parlamento, May señaló que su Gobierno apoya a "Gibraltar, su población y su economía" y que Londres busca un acuerdo favorable para "toda la familia del Reino Unido, y eso incluye a Gibraltar", en alusión a las cuatro regiones del país y sus territorios dependientes.

La primera ministra se mostró "satisfecha" de haber acordado un protocolo sobre Gibraltar que formará parte de un acuerdo entre el Reino Unido, España y el Gobierno de Gibraltar "estableciendo los compromisos de las partes para la cooperación".

"Pero yo he dejado claro que no excluiremos a Gibraltar de las negociaciones sobre la futura relación. Queremos un acuerdo que funcione para toda la familia del Reino Unido, y eso incluye a Gibraltar", agregó la líder conservadora.

El protocolo al que May se refiere vislumbra la creación de comités hispano-británicos para abordar asuntos como los derechos de los trabajadores transfronterizos, la lucha contra el contrabando, la protección del medioambiente o la cooperación policial.

La premier conservadora compareció ante los Comunes antes de viajar a Bruselas para reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Tras esta cita se mostró optimista. "Hemos mantenido una muy buena reunión", dijo May a medios británicos. "Hemos hecho más progresos y, como resultado, hemos dado suficientes indicaciones a nuestros negociadores para que, espero, sean capaces de resolver los problemas que quedan sobre la mesa", agregó la jefa de Gobierno británica, que el sábado volverá a reunirse en Bruselas con Juncker.

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