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4 trucos para dormir bien sin aire acondicionado

  • Con estas pequeñas soluciones podrás sofocar mejor las altas temperaturas sin necesidad de gastar luz en exceso

Foto chica abanicándose. /FREEPIK Foto chica abanicándose. /FREEPIK

Foto chica abanicándose. /FREEPIK

¿Dónde están aquellos que decían que el verano era mejor que el invierno y el calor era más soportable que el frío? Seguramente con un abanico o un ventilador cerca. Y es que esta semana, la península ha sufrido una ola de calor de lo más intensa que ha conducido al alcance de temperaturas de más de 45 grados en algunas regiones de nuestro país. 

Teniendo en cuenta como el cambio climático está afectando notablemente al incremento desmesurado de las temperaturas cada año, algunos expertos apuntan que de aquí a un tiempo, estos veranos nos parecerán de lo más frescos. Quién lo diría. 

El caso es que vivas donde vivas, teniendo o no playa cerca, hay horas del día en las que ni un baño refrescante te quita esa horrible sensación térmica. Aunque estemos de vacaciones, pasamos muchas horas en nuestros hogares y necesitamos estar hidratados para evitar desmayos o incluso, en algunos casos, lipotimias

Pero lo cierto es, que teniendo en cuenta el incremento del precio de la luz que estamos experimentando desde hace algunos meses, son muchos los que se replantean instalar aire acondicionado en sus casas o incluso, quiénes lo disfrutan, contabilizan los momentos puntuales en los que podrían utilizarlo.

Por esta razón, os traemos unos pequeños consejos para intentar mantenernos frescos e hidratados en estos días de altas temperaturas. Sobre todo para poder llevar a cabo correctamente una actividad tan necesaria e importante para nuestro organismo: dormir

Aislar la habitación: Una de las opciones más importantes a tener en cuenta, es la de conseguir un ambiente medianamente fresco y cómodo en el lugar donde vamos a pasar nuestras horas de sueño como es nuestro dormitorio

Lo primero es mantener fresca la habitación durante todo el día. Para ello, debemos cerrar las ventanas, persianas y puertas durante las horas de sol y así evitar que el calor se cuele en nuestra cama y caliente el entorno. Pasado ese tiempo, cuando cae la noche, podemos abrir y ventilar el lugar permitiendo la entrada de la corriente de aire fresco que nos proporcione la madrugada.

Hombre durmiendo en su cama. /FREEPIK Hombre durmiendo en su cama. /FREEPIK

Hombre durmiendo en su cama. /FREEPIK

Ducha nocturna: También podemos aprovechar nuestro cuerpo a la hora de combatir estas noches tan calurosas. Seguro que la opción de una buena ducha refrescante ya se os había pasado por la cabeza, pero queremos concretar un poco más. En el debate de si ducha fría o caliente, seguramente elegir una ducha caliente pudiera parecer la mejor opción pero los expertos tienen otra teoría. Se recomienda, antes de dormir, la toma de una ducha caliente ya que aumenta la humedad del ambiente y, de esta forma, será más difícil que nuestro sudor se evapore. Aunque el sudor no sea agradable, lo cierto es que se considera como el principal sistema biológico de refrigeración y aprender a tolerarlo nos permitirá mantenernos mejor frente a las altas temperaturas. 

No practicar deporte antes de dormir: Aunque el deporte ofrezca muchos beneficios para nuestra salud, lo cierto es que en estos momentos de altas temperaturas debemos analizar muy bien cuando llevarlo a cabo. Si bien es cierto que practicar ejercicio nos permite promover el cansancio y hacernos dormir más agusto, practicarlo en horas cercanas al momento de dormir puede incrementar mucho la temperatura de nuestro cuerpo y dificultarnos llevar a cabo esta tarea. Por ello, y teniendo en cuenta que hacer deporte en otras horas del día es casi imposible, el consejo más directo durante estos días es el de no practicarlo.

Chica haciendo deporte. /PIXABAY Chica haciendo deporte. /PIXABAY

Chica haciendo deporte. /PIXABAY

Dormir ligeramente mojados: El último consejo natural para promover un sueño placentero y correcto es el de irnos a dormir ligeramente mojados. Este remedio que se constituye de los antiguos tiempos egipcios nos recomienda usar esteras o alfombrillas un poco mojadas para humedecer el ambiente. Usar paños húmedos y aplicárnoslos cuando nos vayamos a la cama también es otra opción. Aunque evidentemente no es una tarea sencilla, una vez conseguido mejorará mucho nuestra calidad de sueño.

Además de los consejos ofrecidos en estas líneas siempre podemos utilizar un ventilador con programación de apagado automático para poder conciliar mejor el sueño. Aunque no es un remedio natural siempre podrá ser más económico que el aire acondicionado y hacernos las noches de verano mucho más apetecibles y tranquilas.

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