La reina Isabel II, ausente los anteriores días debido a un "malestar", puso el broche de oro a los festejos por su Jubileo de Platino, sus históricos 70 años en el trono, con una aparición sorpresa en el balcón del Palacio de Buckingham. No estaba previsto este saludo público pero, al recibir una enorme ovación de los miles de británicos allí congregados, la soberana no pudo evitar emocionarse y se le saltó alguna lágrima, aunque en ningún momento abandonó su sonrisa.

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Vestida completamente de verde, la imagen de Isabel II con el príncipe de Gales, la duquesa de Cornualles, los duques de Cambridge y sus hijos, escenificó el relevo en el trono de Reino Unido. Aunque la reina ha afirmado más de una vez que servirá a su país "toda su vida", a sus 96 años está allanando el camino a sus herederos y transmite a sus súbditos y al resto del mundo que el engranaje del cambio ya está en marcha.

La monarca admitió posteriormente sentirse "abrumada y profundamente conmovida" por la gran cantidad de personas que han salido a las calles el último fin de semana para celebrar su Jubileo participando en los diferentes y variados actos organizados. En un mensaje divulgado por Buckingham, la soberana aseguró que continuará sirviendo al país "lo mejor que pueda" con la ayuda de su familia.

Picnic de este fin de semana, uno de los actos programados por el Jubileo de Isabel II.

"Cuando se trata de cómo cumplir 70 años como vuestra Reina, no hay una guía a seguir. Realmente es la primera vez. Pero estoy agradecida y profundamente conmovida de que tantas personas hayan salido a las calles para celebrar mi Jubileo de Platino", añadió. La reina Isabel, que tiene problemas de movilidad, admitió que, si bien no pudo asistir a todos los eventos programados en estos cuatro días de festejos, su corazón ha estado con "todos".

"Me ha inspirado la amabilidad, la alegría y la afinidad que ha sido tan evidente en los últimos días, y espero que este sentido renovado de unión se sienta durante muchos años", subrayó la monarca, después de aparecer en el balcón de Buckingham para saludar a la multitud allí reunida. "Agradezco sinceramente sus buenos deseos y el papel que han jugado todos en estas felices celebraciones", aseguró la reina en su mensaje oficial, firmado como 'Isabel R' (la R por 'regina', reina en latín).