Boris Johnson, de 57 años, y su mujer, Carrie, de 33, acaban de convertirse en padres de una niña este jueves 9 de diciembre. Este bebé es el segundo para el matrimonio y el séptimo para el primer ministro. Fue el pasado mes de agosto cuando la pareja anunció que estaba esperando su segundo hijo.
El nacimiento de la bebé, cuyo nombre aún no se ha hecho público, coincide con un momento político delicado para Johnson, a quien le llueven las críticas tras haber trascendido esta semana que Downing Street -su oficina y residencia oficial- acogió una fiesta las navidades del año pasado, quebrantando así las duras restricciones sociales por la pandemia que existían en este momento en Reino Unido, impuestas por su propio ejecutivo. Esta revelación socava el liderazgo del dirigente tory, cuya credibilidad está siendo muy cuestionada ante los ciudadanos por el sector político y los medios de comunicación.
La filtración de un vídeo en la que la portavoz de Downing Street, Allegra Stratton, bromea sobre las los criterios fijados entonces para contener la pandemia, han abierto una enorme crisis de credibilidad en el gobierno de Boris Johnson. La polémica ha sido de tal calibre que Stratton ha presentado su dimisión entre lágrimas. "Entiendo el enfado de todos. No hay excusas", ha dicho Johnson, quien a pesar de todo se resiste a presentar su dimisión.
El jefe del Gobierno británico y Carrie -cuyo apellido de soltera era Symonds- ingresaron en un hospital del centro de Londres alrededor de las ocho horas de la mañana de este jueves, según ha revelado MailOnline.
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