Pasarela

Las vacaciones del sexto hombre más rico del mundo

  • Amancio Ortega pasa unos días de descanso en las Rías Baixas, en su Galicia natal.

  • El fundador de Inditex pasea con su perro, come en bares de la zona y recibe en su nuevo yate, valorado en 30 millones.

Primer plano de Amancio Ortega, propietario del grupo textil Inditex.

Primer plano de Amancio Ortega, propietario del grupo textil Inditex. / Getty

Ser el sexto hombre más rico del mundo no es sinónimo de pasar unas vacaciones entre lujos y excentricidades. Si no que se lo digan a Amancio Ortega, fundador del gigante textil Inditex que engloba marcas como Zara y Pull&Bear. Ni en la Costa Amalfitana, ni en Mallorca, ni en Ibiza, ni en la Costa Azul. El empresario pasa estos días con su familia en su tierra natal, Galicia, aprovechando que el verano toca a su fin y se marchan los turistas.

El nuevo yate de Amancio Ortega, el Valoria B. El nuevo yate de Amancio Ortega, el Valoria B.

El nuevo yate de Amancio Ortega, el Valoria B. / Semana

Su nuevo barco se llama Valoria B, en honor a Valoria la Buena, el pueblo de Valladolid donde veraneaba de niño

En las Rías Baixas, Ortega pasea con su perro Paco, desayuna en el club náutico, come en bares de los de no más de 30 euros el cubierto, y se codea con sus paisanos, que le saludan como uno más. Eso sí, hasta allí ha llegado en su yate, el Valoria B, su nueva embarcación de 47 metros de eslora que recibe este nombre por Valoria la Buena, el pequeño pueblo de Valladolid donde pasó sus veranos cuando era niño. Con tres cubiertas, cinco camarotes, espacio para diez viajeros y tripulación compuesta por nueve miembros, fue construida en Holanda y está valorada en 30 millones de euros. Ortega ha sido fotografiado hace unos días por los paparazzi echándose una siesta tan campante en un sofá de la cubierta. Modestias aparte, alguna diferencia ha de haber al poseer una de las fortunas más grandes del mundo (58.000 millones de euros, según ha publicado este año la revista Forbes).

Amancio Ortega, en su nuevo barco, echándose la siesta. Amancio Ortega, en su nuevo barco, echándose la siesta.

Amancio Ortega, en su nuevo barco, echándose la siesta. / Gtres

Amancio también tiene otro yate en La Coruña, el Drizzle (significa llovizna), de mayores dimensiones, que suele utilizar su hija Marta para realizar travesías por el Mediterráneo.

Amancio, con su hija Marta, en una competición hípica. Amancio, con su hija Marta, en una competición hípica.

Amancio, con su hija Marta, en una competición hípica.

La sencillez y discreción que le caracterizan también se hacen patente en sus días de asueto

La sencillez y la discreción que caracterizan al empresario también se hacen patente en su descanso estival. Ortega disfruta del verano cerca de Sanxenxo (Pontevedra) desde hace décadas –aunque apenas sale–, y este año no ha sido una excepción. Pese a que a principios de agosto fue fotografiado en Croacia con su mujer, Flora Pérez, parece ser que, según recogen el periódico El Faro de Vigo y un artículo de El confidente, blog del diario El Confidencial , el magnate ha pasado el último fin de semana en la localidad de Bueu, "un pequeño sitio donde fondeó su yate para disfrutar de las aguas y de los mariscos de la ría".

El empresario, desembarcando en Croacia con su mujer y otros familiares. El empresario, desembarcando en Croacia con su mujer y otros familiares.

El empresario, desembarcando en Croacia con su mujer y otros familiares. / Getty

Según El Confidencial, el fundador de Inditex hizo parada en el conocido bar Playa, un pequeño "bareto" de la zona donde degustó sus legendarios lenguados. A bordo del Valoria B, el magnate alcanzó la playa Beluso el pasado lunes por la tarde y se dio un homenaje en en el bar Playa, propiedad de Manolo Otero, un local con las paredes de madera llenas de fotografías antiguas de Galicia y manteles de papel. Nada que ver con los establecimientos de renombre de cinco tenedores. Para cenar tuvo un invitado muy especial en su barco: Pablo Isla, presidente de Inditex. Posteriormente también ha recalado en la playa de Pinténs (en Cangas). Una travesía de lo más autóctona y cercana.

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