Mientras Enrique de Inglaterra ha de asumir que se ha quedado sin residencia en el Reino Unido y la mansión de Frogmore Cottage, en Windsor, pasa a ser ocupada por su tío Andrés, Carlos III  está centrado en su ceremonia de coronación del 6 de mayo. El monarca británico ha decidido el desalojo de la casa británica de los duques de Sussex entre ocupación y preocupación sobre su gran día en la abadía de Westminster.

Toda la familia del rey británico estará presente en este acto y la única duda será la de la presencia de Enrique de Inglaterra y Meghan Markle. Su hijo mayor, el príncipe de Gales, Guillermo, hace caso omiso junto a su esposa, Catalina, de las acusaciones de infidelidad. Los herederos estarán en lugar preferente junto a sus tres hijos, los sucesores inmediatos a Carlos III. 

A diferencia de la coronación de su madre en 1953 habrá también nombramiento de consorte, Camilla Parker se convertirá en la reina Camila, título que ya ostenta como esposa del monarca y honor que cumple tal como acordó el hijo con Isabel II unos años antes  de su fallecimiento.

Otra de las novedades que tendrá la coronación de Carlos de Inglaterra, con la asistencia de 3.000 invitados a la abadía y con una ceremonia que será retransmitida a todo el mundo, es la presencia de miembros de otras casas reales, que serán así testigos directos del momento. Los primeros en confirmar su asistencia han sido los soberanos de Mónaco, el príncipe Alberto y su esposa Charlene.

La Zarzuela ha recibido la invitación de Buckingham y falta por conocer la aceptación de Felipe VI y doña Letizia, que coincidió con Carlos de Inglaterra en abril del pasado año en Durham, en el Reino Unido, con motivo de una exposición sobre arte español. Con la presencia de los Reyes sería la primera vez en que un jefe de Estado de España está presente en el ascenso de un homólogo del Reino Unido en tierras británicas.

En la coronación de Isabel II hubo 8.000 asistentes en la abadía mientras que se reduce bastante el aforo para la ceremonia de 2023, 70 años después, pero con una alta representación internacional. También acuden los primeros ministros de los países y territorios donde también Carlos III es monarca, como Australia, Canadá o Nueva Zelanda.