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'La deuda' traza un drama político que agita conciencias

  • El primer largo de Barney Elliot habla de ambición y egoísmo en el mundo financiero con la extorsión "legal" a campesinos peruanos.

En los años 60 se realizaron expropiaciones a terratenientes de Perú y las tierras se cedieron a los campesinos que las trabajaban. La compensación del Gobierno peruano a sus propietarios originales fueron unos bonos que se depreciaron considerablemente. Cuatro décadas después, las entidades más potentes del mundo empezaron a comprar esa deuda. Cuando un amigo de la infancia le contó estas operaciones financieras a Barney Elliot, cuando supo que lo que le parecían "extorsiones eran negocios legales, que se hacen en todo el mundo, todo el tiempo" pensó que debería de contarlo en una película. Así nació La deuda (Olivers' Deal), un drama político coproducido entre España, Estados Unidos y Perú y protagonizado por Stephen Dorff, Alberto Ammann, Carlos Bardem y David Strathairn. Ayer se presentó en el Festival de Málaga para luchar por la Biznaga de Oro.

"Tuve que investigar mucho para entender el mundo financiero", reconoció el director, que debuta en el largometraje con esta cinta que contó con un reparto tan heterogéneo como las distintas miradas de unos secundarios que trascienden hasta situarse en la primera línea del filme. "El director se quedó prendado de los dos actores españoles y en Estados Unidos empezamos apostando por otro actor y encontramos a Dorff, que creemos que aporta mucho", explicó el productor Ibon Cormenzana. En Perú trabajaron con actores teatrales. "Tenía que convertir su actuación en algo muy real y humano, eliminar todo lo de sobreactuado que tiene el teatro allí, ensayé mucho con ellos, especialmente con el campesino", apuntó Elliot.

Rodada en varias localizaciones de Nueva York, Lima y en Huaraz (Perú), situada a más de 4.000 metros de altitud, lo que obligó según contó Ammann a utilizar oxígeno, la cinta habla de la ambición y el egoísmo y de los dramas que sufren aquellos a los que las ansias de poder y dinero se llevan por delante. "Es un cine que tiene acción, paisajes impresionantes, pero también habla de cosas muy importantes, la película siendo muy local puede tocar a todos", consideró Carlos Bardem, que tuvo que meterse nuevamente en la piel de un malo. Su personaje es un terrateniente en busca de recuperar su antigua propiedad estafando a los campesinos que no son conscientes de la riqueza que albergan las tierras que cultivan con sudor a diario.

"El cine de entretenimiento está muy bien, pero también hay que plantear preguntas, agitar las conciencias de la gente, lo que pasa en Perú pasa aquí, es un robo a mano armada", opinó Bardem. Para Ammann, su personaje "encarna esa ingenuidad de la clase media que aspira a estar ahí; ha comprado las lucecitas de colores del prestigio y es feliz en Wall Street y el problema surge cuando tiene que hacer frente a la realidad al darse cuenta a costa de que tiene lo que tiene".

La película se estrenará en las salas españolas el 15 de mayo.

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