Sergi Pérez. Director

"El cine de autor tiene esa marginalidad porque su uso no es la evasión"

  • 'El camino más largo para volver a casa', proyecto nacido al amparo del colectivo barcelonés Niu d'Indi, se proyectó fuera de concurso en la sección Zonazine.

Hacer un cine que provoque retos, elegir lo transgresor, narrar con libertad, explorar otros lenguajes, seguir investigando. Con estos "románticos" propósitos nació el colectivo barcelonés Niu d'Indi y de él surgió el largometraje El camino más largo para volver a casa, dirigido por Sergi Pérez. La cinta, que ya participó en el Festival de Sevilla, se proyectó ayer fuera de concurso, en la sección Zonazine.

-¿De dónde parte la películas?

-Hice un corto a raíz de un tema personal y decidí tirarme a la piscina y hacer una película, porque pensé que se podía dilatar. Tenía material que me funcionaba y no podía esperar a que llegara la financiación, podría pasar dos años esperando a que me caiga un poco de dinero para una película de autor como ésta.

-Entonces recurrió al crowdfunding, ¿por qué?

-Fuimos por este camino porque era el más fácil, el más rápido. Lo bueno que tenía era la libertad creativa, no sé si un personaje tan opaco y tan duro y una película tan minimalista como ésta la pudiera haber hecho de otra manera, no creo que hubiera tenido tantas facilidades.

-¿Se tardó mucho en recaudar los 10.000 euros que necesitaban para terminar la película?

-No, un mes. No era un crowdfunding al uso, decidimos utilizar mis ilustraciones también. Nos dio rabia porque fuimos muy modestos, en dos semanas tuvimos 12.000 euros, podíamos haber sido más ambiciosos. El problema es que si no llegas, o lo pones tú o lo pierdes todo.

-¿Y cómo se trabaja cuándo se tiene que estar buscando la financiación en mitad del proyecto?

-Lo pasé un poco mal, lo viví con estrés. Pasó un año desde el primer día que rodé hasta que se terminó. En total fueron 16 días de rodaje pero divididos en tres partes. Lo peor volver a entrar en un viaje tan oscuro, aunque Borja Espinosa lo hizo excepcional y mantener el rácord. La barba, el pelo, la camiseta, era una locura.

-En la película se puede deducir, intuir, lo que ha pasado. Pero lo que sí se ve es a un hombre totalmente roto ¿Por qué la ausencia de información?

-Cuando me planteo una obra me la planteo con riesgo. Me gusta estar en los límites del lenguaje, darles la vuelta. Son las primeras películas, si no arriesgamos en ellas... Pero esto es secundario, no es por una cuestión de pose. Yo tenía la información, pero cuando se la ponía se rebajaba mucho, la abstracción del dolor, de ese viaje, lo que estoy es intentando explicar una emoción, no el contexto de este chico. Se crean muchas preguntas y con ellas, tensión dramática.

-¿La casa, las llaves, el perro son metáforas?

-Sí. Creamos metáforas y símbolos, acciones, que llenaran ese vacío de información. La casa es el refugio, el lugar común que tenemos todos y que al final el protagonista descubre que ya no puede existir. El objetivo externo -la búsqueda de las llaves para entrar en casa- era nimio pero compensaba el conflicto interior tan grande. El perro simboliza la muerte, todo lo que quiere olvidar y enterrar.

-¿Cuándo se hace una película de autor, tan personal, se piensa en el público que la ve?

-Sí. La cinta estructuralmente es muy académica, pero es evidente que no va a llegar a todo el mundo ni tampoco es la pretensión. El cine de autor siempre ha tenido esa marginalidad porque su uso no es la evasión.

-¿Con la subida del IVA, con la crisis, cómo se puede valer la creación joven?

-Me he unido a la unión de cineastas que nació para dar visibilidad a esta problemática. El activismo lo hacemos desde ahí. No me parece bien ni la subida del IVA ni la tendencia a apoyar cierto cine, que tiene que existir, pero creo que debe de haber un abanico y el pastel tiene que estar para todos. Ves un cine que el low cost y el crowdfunding ha mostrado, este cine estaba y ha tenido que surgir de forma autofinanciada y no me parece bien.

-Difícil de levantar un proyecto sí que parece que es...

-Es muy duro, no he trabajado tanto en mi vida como estos dos años y no he recibido una compensación económica para pagar el alquiler. No conseguimos vivir del cine muchos y es una pena. Hay poco cine español que se mueva internacionalmente, hay cierta precariedad en este sentido y acomodamiento en el lenguaje, aunque fuera esperan riesgo.

-¿Cuál cree que debería de ser la fórmula?

-La Institución debe ayudar a la industria pero también hay que recordar que es dinero social y debería apoyar también que no se pierda la investigación en el arte. Y la investigación significa ensayo y el error, no siempre va a salir la perla, va a haber mucho error. Pero creo que esto debería estar asegurado y cuesta.

-¿Qué puede adelantar de su próximo proyecto?

-Estamos acabando el guión de una película sobre una persona intersexual, el mal denominado hermafrodita.

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