Manolo Solo es el nombre. Él completa el trío de homenajeados de la 44 edición del Festival de Cine Iberoamericano. Para él será el otro de los Premios Luz del certamen onubense, que también recibirá la actriz hispano-sueca Ingrid García-Jonsson, aparte del Ciudad de Huelva que se llevará la malagueña Kiti Mánver. Tres premios para intérpretes y para andaluces, si se da por buena la adopción sevillana de García-Jonsson. Para dar más peso a esa presencia creciente de Andalucía en el Iberoamericano, el galardón al algecireño Solo se producirá el sábado 17 de noviembre, en el transcurso de la gala Talento Andaluz que celebrará el Festival sólo un día después de su inauguración.

Ya se ha recordado en más de una ocasión que los Premios Luz tratan de reconocer la trayectoria de profesionales españoles de reconocida valía profesional y popular o con una gran proyección en su ámbito. Es el modo que ha encontrado el Festival de Huelva de alentar el trabajo de aquellos que están en pleno proceso de mejora. El caso de Manolo Solo no es ajeno a estos parámetros e incluso ejemplifica a aquellos que llevan años de profesión y han encontrado el reconocimiento general en el país con sus últimos trabajos.

Ganó el Goya el año pasado por 'Tarde para la ira' y ya está en las quinielas para 2019

"Huelva ya formaba parte de mí. Ahora su magnífico festival me honra con su aprecio. Emocionado. Gracias", escribía ayer el actor en su perfil de Twitter al hacerse pública la noticia.

El rostro de Manolo Solo es muy familiar para los seguidores del cine español y, sobre todo, del andaluz. Curtido en decenas de títulos largometrajes y en numerosos cortos, acumula casi tres décadas de profesión, desde que se estrenara en las tablas teatrales, y suma muchas, y variadas, intervenciones en series televisivas en los últimos años.

Pero al actor andaluz, nacido en Algeciras (1964) y formado en Sevilla, la suerte el cambió el año pasado cuando su excepcional interpretación en Tarde para la ira, de Raúl Arévalo, le proporcionó un Goya al mejor actor secundario, que quizá se había hecho esperar demasiado para un intérprete de variados registros y solvencia más que demostrada estos años. El refrendo le vino también en esta película con los premios Feroz y el de la Unión de Actores al mejor actor de reparto en cine.

Más allá de esos premios, la talla de actor de Manolo Solo está fuera de duda y le mantiene entre los más destacados del país, en estos momentos. Ya lo ha dicho el director del Iberoamericano, Manuel H. Martín, al dar a conocer su Premio Luz en Huelva: "Para nosotros es un orgullo que un profesional de la talla de Manolo Solo haya aceptado este galardón del Festival, con el que queremos reconocer la labor de un actor que ha demostrado ser un intérprete de enorme solidez, talento y responsabilidad". Habla Martín de un actor "convertido en los últimos años en una referencia del cine, la televisión y el teatro de nuestro país gracias a su impecable trabajo".

El propio Manolo Solo reconocía tras ganar el Goya que en cierto modo se encuentra en un momento de plenitud profesional, con "miedo de que se rompa". Ha participado en algunos de los grandes éxitos recientes del cine nacional, como la propia Tarde para la ira o B, la película (David Ilundáin, 2016), La isla mínima (Alberto Rodríguez, 2014), La herida (Jaime Rosales, 2013) o, antes, Celda 211 (Daniel Monzón, 2009). Y por si alguien no encontrara percha a su premio en el Iberoamericano, también cuentan sus anteriores papeles para El laberinto del fauno y Biutiful, de los directores mexicanos Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, respectivamente.

Ahora se encuentra en plena promoción de una película en la que, según las críticas, su interpretación vuelve a ser soberbia, La sombra de la ley, de Dani de la Torre. Y puede que su papel de aristocrático, con un físico que despista, le lleve de nuevo a las nominaciones de los Goya, como también le dejó B, la película antes de su triunfo del año pasado.