Festival de Sevilla

El arte y las relaciones familiares centran el primer ‘Un café con...’

  • El ciclo patrocinado por 'Diario de Sevilla' contó con la presencia de Ali Cherri, Delphine Kreuter, Ainara Vera y Rachid Hami

Ali Cherri y Delphine Kreuter, en el Hotel Hesperia.

Ali Cherri y Delphine Kreuter, en el Hotel Hesperia. / Juan Carlos Vázquez

Este domingo de derbi y de verano persistente comenzó, nuevamente, Un café con…, un ciclo programado por el Festival de Sevilla en colaboración con Diario de Sevilla y que en palabras de su moderador, el programador y crítico cinematográfico Javier H. Estrada, "es una invitación al público asistente al festival a poder intercambiar sus impresiones, una vez digeridas y reflexionadas las películas, o para contar con una información previa, con sus directores y protagonistas". En la primera sesión se citaron con los espectadores, en la terraza del hotel Hesperia, los cineastas Ali Cherri (The Dam), Delphine Kreuter (X14), Ainara Vera (Polaris), y Rachid Hami y buena parte del equipo de Pour la France.

El libanés Ali Cherri (Beirut, 1976) y la francesa Delphine Kreuter (Lyon, 1973), comparten, en palabras de Estrada, "el tratarse de artistas audiovisuales, con una larga trayectoria en estos campos, más allá de la gran pantalla". En The Dam, primer largometraje de su creador tras varios documentales y cortos, y estreno en nuestro país, Cherri reflexiona "sobre cómo estamos acabando con nuestros recueros naturales, a través de una propuesta telúrica en la que parto de una imagen de fuerte realismo, como es una fábrica de ladrillos, y que deriva a imágenes que se dirigen hacia la fantasía, mediante símbolos como pueden ser el agua, la sangre, la tierra o el barro". El creador libanés, León de Plata en la última Bienal de Venecia, reveló que entiende su película "como una prolongación de su propuesta artística, ya que todo converge y se origina en el mismo punto". De hecho, The Dam se abraza a la videoinstalación Of Men and God and Mud, reconocida en Venecia.

Ali Cherri. Ali Cherri.

Ali Cherri. / Juan Carlos Vázquez

Por su parte, la fotógrafa y cineasta Delphine Kreuter se vale de la ciencia ficción para reflexionar sobre "la influencia de las máquinas en el ser humano" en X14, incluida en en el ciclo Revoluciones permanentes. Califica Kreuter su película como "una obra artesanal, especialmente por su escaso presupuesto, en donde el corazón artificial del protagonista, supeditado a la carga de su batería, es una representación de la deshumanización". Kreuter quiere realizar un fotobook de X14, a través de una sucesión de las imágenes que aparecen en su película, ya que según la artista "ruedo pensando en fotografías en movimiento".

Si el intercambio, o trasvase, entre el arte visual y el cine protagonizaron la primera parte de Un café con… del domingo, las relaciones familiares lo fueron en la continuación, a cargo de la pamplonesa Ainara Vera (1985), que llega al Festival de Sevilla, tras su paso por el de Cannes, con Polaris, y el francés Rachid Hami y su Pour la France. Ainara Vera sitúa su Polaris, en palabras de Estrada, "en un mundo muy masculinizado, como es el del mar, que también supone una lejanía con todo, incluidas la familia y las relaciones". La cinta, que está incluida en la sección Nuevas Olas, "es un retrato de la herencia generacional, todo aquello que nos viene transmitido por nuestros padres y abuelos, y de la fuerza de la tradición". A la pregunta de una espectadora que intervino, en referencia a la máscara que lleva la protagonista de Polaris, para poder ser aceptada en un ámbito de hombres, la cineasta confesó que "sin ser consciente en el momento, sí ha sentido ella misma esa máscara en determinados momentos, incluso en el rodaje de esta película, que algunos momentos fue muy duro, en Groelandia, y se dudaba de que fuera capaz de realizar diversas tomas, a considerable altura".

Delphine Kreuter. Delphine Kreuter.

Delphine Kreuter. / Juan Carlos Vázquez

El primer Un café con… finalizó con un cineasta (y escritor) que ya es conocido en el festival, el argelino afincado en Francia, Rachid Hami (1985), ya que su ópera primera, la sorprendente La melódie pudo verse en la edición de 2017. En esta ocasión, Hami se sumerge en su propia autobiografía, para ofrecer en Pour la France la narración de su llegada a Francia, junto a su familia, huyendo de la guerra en su Argelia natal. Para el cineasta, su segundo largometraje ha sido "una introspección personal, que confluye en una dimensión mayor, como es el de la política social que actualmente hay en Francia". Por tal motivo, al cineasta argelino le gustaría "que mi película generara un debate en la sociedad y que la población expusiera sus ideas sobre lo que espera". Hami estuvo acompañado en este primer café con parte del equipo de su película, destacando la presencia de sus dos actores principales, Karim Leklou y Shaïn Boumedine, a los que una espectadora preguntó "cómo han conseguido transmitir estar cerca y distantes al mismo tiempo". Leklou respondió "que el rodaje, buena parte durante la pandemia, propició que estrecháramos intensos vínculos y que conectáramos, algo que hemos podido trasladar a la pantalla". Este primer Un café con… acabó con un guiño al derbi sevillano, que cuenta con la capacidad de colarse en todos los rincones de la ciudad, incluido su Festival de Cine Europeo, cuando el actor Shaïn Boumedine ha mostrado su camiseta del Real Betis Balompié. Hoy, y hasta el viernes 11, continúa el ciclo.

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