¿Qué hicimos mal? | Festival de cine de Sevilla

Auto-ficción: mujer en fuga

Liliana Torres en una imagen de '¿Qué hicimos mal'?

Liliana Torres en una imagen de '¿Qué hicimos mal'?

En la memorable Broken Flowers de Jarmusch, el personaje de Bill Murray emprendía un viaje por Estados Unidos para reencontrarse con las distintas mujeres de su vida y averiguar quién de ellas era la madre de su hijo secreto.

En el segundo largo de Liliana Torres (Family tour), una mujer trasunto de la propia cineasta e interpretada por ella misma busca ahora a los hombres importantes de su vida a través de un proyecto documental íntimo, terapéutico y viajero con salida en Galicia, donde ahora vive con su nueva pareja, para encontrarse y entrevistar a sus ex entre Barcelona, Turín y México D.F. y preguntarles cara a cara por el origen, la naturaleza y las razones del final de su relación.

¿Qué hicimos mal? intenta abrirse así a ese territorio híbrido de la auto-ficción enmascarada, al doble juego entre lo autobiográfico y lo reconstruido en busca de algunas respuestas que trasciendan lo personal para proyectarse en toda relación sentimental desde un punto de vista femenino que asume sus errores, dudas y contradicciones sin necesidad de ridiculizar demasiado a los hombres.

Con todo, lo mejor del filme reside en el quiebro de esa aparente doble dinámica entre las entrevistas y el proceso ficcional, en esas fugas de un dispositivo previsible, en las derivas y paradas del trayecto que, junto a unas adolescentes italianas en una noche de fiesta o con los amigos mejicanos que la acogen, descongestionan y llevan el relato hacia caminos insospechados. Pero ese mismo juego revela también carencias en el tono interpretativo y desequilibrios indeseados entre lo reconstruido y esas palabras, gestos y emociones que se antojan verdaderos en un plano-contraplano en el que se adivina realmente lo espontáneo y lo vivido, la verdad y la emoción que no pueden actuarse.

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