Festival de Cine de Sevilla

'Non-Fiction', o cómo la digitalización nos cambió la vida

  • Olivier Assayas inaugura la nueva edición del SEFF con una comedia sobre el cambio de hábitos en los tiempos de las redes sociales 

Assayas, junto a la actriz Christa Théret.

Assayas, junto a la actriz Christa Théret. / Juan Carlos Muñoz

El francés Olivier Assayas reflexiona sobre cómo la digitalización afecta a las relaciones personales en Non-Fiction, una comedia con la que inaugura este viernes la edición número 15 del Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF). El director de Personal Shopper, en la que proponía un singularísimo relato de fantasmas, plantea ahora la historia de un editor (Guillaume Canet) cuyo sello afronta el desafío de modernizarse.

"Hablo del mundo de la edición", afirma el cineasta, "pero podría hablar de cualquier oficio. El motor del cambio hoy es la digitalización del mundo. Espero que esta película tenga un valor universal y que el público se sienta concernido, porque desde que internet y los ordenadores entraron en nuestras vidas no pensamos ni nos vemos de la misma manera, y el aprendizaje ya no es igual", argumentó el autor.

Non-Fiction despliega una historia coral en la que se cruzan, entre otros personajes, una actriz que se siente estancada en una serie que no parece terminar nunca (Juliette Binoche), una experta en redes que se incorpora a la editorial (Christa Théret), un escritor que convierte sus vivencias sentimentales en material literario (Vincent Macaigne) y una asesora política que ayuda a un candidato a guardar las apariencias (Nora Hamzawi). Un tejido humano con el que Assayas indaga en las mentiras y los desdoblamientos -el título original es Doubles Vies, Dobles vidas- de la convivencia entre hombres y mujeres en un tiempo confuso y marcado por el narcisismo. "Actualmente, estamos atrapados en la representación que hacemos de nosotros en las redes sociales", opina Hamzawi, que junto a otra de las actrices, Christa Théret, acompaña a Assayas en su visita a Sevilla.

"Espero que la película hable de algo universal. Nuestra manera de relacionarnos, de aprender, ha cambiado con internet", dice Assayas

Pese al argumento, que podría haber hecho hincapié en los equívocos, Assayas opta por una narración despojada. "Escribí hace unos años una primera versión que giraba en torno al personaje de Alain, el editor, y la verdad es que en ese guión había muchas acciones, mucho drama. Al volver a leerla, encontré la historia muy artificiosa", reconoce el director de Después de mayo Viaje a Sils Maria. Cuando retomó ese material, se topó con que "cada vez que intentaba algo más novelesco no funcionaba. Comprendí que la película iba a construirse con las conversaciones, con un minimalismo absoluto".

Assayas, que adaptó recientemente para Roman Polanski la novela Basado en hechos reales, de Delphine de Vigan, un libro que revisaba con humor la moda de la autoficción, sostiene que "la ficción siempre está atada a lo real. Aunque cuentes algo muy alejado de ti, te inspiras para ello en cosas que has vivido, en las emociones y las experiencias que has tenido", analiza. "Lo que ocurre es que aunque sea tu historia real la que cuentas, cuando un actor interpreta ese texto aquello se convierte ya en algo autónomo". 

Preguntado sobre cómo la digitalización ha afectado al cine, Assayas se mostró ambivalente. "En 15 años todo ha cambiado: se empezaron a montar las películas con los ordenadores, evolucionaron los sistemas de sonido, surgieron las cámaras digitales... Pero al fin y al cabo el proceso es el mismo: unos actores frente a una cámara. Eso, que es lo importante, sigue existiendo".

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