El día de los cacharritos baratos dio lugar ayer a la llegada de numerosas familias al recinto ferial con los más pequeños de la casa, con motivo de disfrutar de la reducción del coste de los billetes en las atracciones. Este día siempre es el más esperado por los niños, así como por los padres que ven en la bajada de precios la excusa perfecta para que disfruten de las atracciones hasta que se cansen, siempre una tarea difícil.

Los pequeños se convirtieron en los protagonistas de la tarde-noche en el real. Aunque en torno a las seis de la tarde ya estaban todos los cacharritos dispuestos para funcionar, no fue hasta bien entrada la tarde cuando empezó a llegar un mayor número de personas. El calor fue el principal escollo, salvándose no obstante con el atardecer, ya que empezó a refrescar haciendo más liviano el paseo por las calles.

El precio estipulado por cada billete está en 3 euros, si bien ayer en todas las taquillas colgaba el cartel de 1,5 euros, un reclamo más que suficiente para pasar un buen rato. Aunque si es cierto que algunos padres recordaban que con la reducción del coste de la vuelta también se acortan los minutos de disfrute, por lo que de alguna manera todo se compensa.

El buen ambiente del atardecer se adueñó de las calles que rodean las atracciones y cientos de niños vestidos de corto y de gitana tomaron el real. Aprovechando la bajada en los precios fueron numerosas las casetas que celebraron sus fiestas infantiles para acompañar la jornada con las actividades típicas de cada año dirigidas a los hijos de los socios.

Las atracciones infantiles mantuvieron durante toda la tarde y hasta la noche una alta participación, un día que impulsó más si cabe la afluencia de gente en el martes festivo. Así, el ambiente de día volvió a verse reforzado, una forma de divertirse que cada vez tiene más auge en la feria algecireña. Si bien, al filo de la madrugada ya fueron las atracciones juveniles las que tomaron el protagonismo del real, ya que no sólo los pequeños desean divertirse.