Feriantes se reunieron ayer con la asociación de vecinos Nuestra Señora de La Palma y la federación de vecinos Fapacsa para denunciar la situación de insalubridad en la que se encuentran decenas de familias.

Fapacsa precisa que el cierre de El Calvario ha dejado a las familias de más de 140 puestos de bisuterías y turroneros sin duchas, aseos, agua ni sombras. Añade que los feriantes y sus familias se tienen que duchar, hacer sus necesidades y cocinar en la calle porque los dos aseos y las dos duchas instalados por el Ayuntamiento abren sólo de 20:00 a 00:00 horas. "Es un horario ridículo de más de 500 feriantes y familiares".

Unos sesenta feriantes de puestos de venta se reunieron en los locales de la asociación de vecinos Virgen de La Palma. Fapacsa solicitó que las autoridades sanitarias inspeccionen e informen de la situación en la que viven estas personas e informa que los feriantes están dispuestos a convocar otro tipo de movilización para los próximos días si no se soluciona esta situación de forma urgente.

Un segundo punto de reivindicación es el sistema que utiliza el Ayuntamiento para adjudicar los puestos y el precio. Se hace a través de la subasta. Los feriantes, destacaron que quieren un sistema de couta fija y un sorteo de los puestos.

Fapacsa también demanda más seguridad para los puestos de la calle Ramón Puyol y para el resto de la barriada por medio de filtros policiales y tarjetas identificativas para los residentes. Informa que los dueños del bar Mariví, conocido como La Jaca, llevan años pidiendo que se atienda mejor a los feriantes, que además están muy molestos porque ya no se puede vender en la calle Fray Bartolomé. La asociación vecinal abrirá provisionalmente los aseos y habilitará una ducha mientras llega una solución.