Los linenses volvieron a volcarse con la Cabalgata, que tomó ayer las calles de La Línea para llenarlas de color y alegría. Tras el viernes de Coronación los linenses esperaban con impaciencia el día de ayer. Las calles y comercios estuvieron al completo durante la mañana y el ambiente volvió al centro horas más tarde, con la presentación de las bandas de música que participaban poco después en el tradicional desfile que precede a la inauguración oficial del recinto ferial.

Las bandas y agrupaciones musicales recorrieron durante la tarde las calles del centro de La Línea calentando motores para lo que vendría poco después. Y es que la Cabalgata, junto con la Coronación de las reinas juvenil e infantil de la Velada y Fiestas y el Domingo Rociero son sin duda los días grandes de la Feria linense dada la multitud de personas que congregan, tanto de la ciudad como de poblaciones cercanas.

Además de las agrupaciones musicales, en el cortejo participaron también de nuevo un grupo de baile brasileño y otro de muñecos, para hacer así las delicias de mayores y pequeños.

La Cabalgata, integrada este año por 16 carrozas, cuatro más que en la anterior edición de la Velada y Fiestas, partió pasadas las nueve de la noche de la avenida de España. Centenares de personas siguieron el recorrido de este animado desfile, que siguió por la avenida del Ejército hasta llegar a la portada del recinto ferial bien entrada la noche.

En el recorrido, como siempre, centenares de espectadores de todas las edades en las sillas colocadas desde hace días para reservar un sitio privilegiado donde ver las carrozas en primera fila y no perderse un detalle. No faltaron las mesas y por supuesto, la comida la bebida para disfrutar del momento. Este año, el Ayuntamiento ha retirado las sillas colocadas antes del jueves ya que aseguró que entorpecían el tránsito por las calles donde habían sido puestas. Fue solo a partir de ese día cuando se permitió esta peculiar forma de los linenses de garantizarse un lugar para ver la Cabalgata anunciadora de las fiestas del municipio.

Desde las carrozas se arrojaban papelillos, serpentinas, globos y, por supuesto, caramelos. Las había con ornamentación muy diversa y con ambientes también muy variopintos.

Tres de las carrozas eran del Ayuntamiento: las de las reinas entrantes y salientes, como viene siendo tradicional, con sus respectivos cortejos, que cerraban el cortejo, así como una que entusiasmó a las niñas, ya que el motivo de la misma eran nada más y nada menos que las Monster High, unos dibujos animados que ya cuentan con sus muñecas en el mercado y que han causado furor entre las pequeñas.

Integraban también la Cabalgata las carrozas de establecimientos comerciales, de peñas y de nuevo, la de la Real Balompédica Linense.

A su llegada a la portada de la Feria, más modesta este año debido a la precaria situación económica municipal, se procedió al encendido del alumbrado. Tras este esperado momento, la alcaldesa, Gemma Araujo, inauguró la caseta del Ayuntamiento.

Las calles del recinto ferial comenzaron entonces a llenarse de público impaciente por tomarse algo en las casetas o en los numerosos establecimientos instalados para la ocasión. Este año han sido instaladas 25 casetas, algunas menos que el año pasado aunque el ambiente en las mismas está garantizado.

Para los más pequeños, como siempre, han sido montadas numerosas atracciones infantiles y cómo no, tampoco faltarán las imprescindibles tómbolas.