España

"¡Esto parece Esquerra Republicana!"

  • La imposición por parte de la cúpula del PP de Alícia Sánchez-Camacho como candidata de consenso para presidir el PP catalán ha provocado silbidos y abucheos de una parte de la militancia

"¡Coño, es que esto parece Esquerra Republicana!". Este comentario en privado de un alto dirigente del PP catalán describe de forma gráfica lo sucedido hoy en el congreso de los populares catalanes, en el que de forma insólita se ha producido una pequeña 'rebelión' de los militantes.

La imposición por parte de la cúpula del PP de la senadora Alícia Sánchez-Camacho como candidata de consenso para presidir el PPC ha provocado silbidos y abucheos de una parte de la militancia, sobre todo afines a la candidata Montse Nebrera, a los dirigentes del PP nacional, concretamente a los vicesecretarios Ana Mato -la ejecutora de los deseos de Mariano Rajoy en Cataluña- y Javier Arenas.

Pero también se han producido críticas por la gestión de la dirección nacional por parte de militantes del territorio y afines a Daniel Sirera, que aún no ven claro apoyar a la candidatura oficial.

La situación es inédita en un partido en el que siempre, al fin y al cabo, ha sido la dirección nacional desde Madrid quien ha puesto y quitado al presidente de turno del PPC, como en su día hizo con Aleix Vidal-Quadras, Alberto Fernández, Josep Piqué o el propio Sirera.

El mensaje de Nebrera de dar una mayor "libertad" al PPC respecto de la calle Génova ha calado en una parte de la militancia, en un congreso en el que se ha visualizado una división en un formación tradicionalmente obediente con los designios de Madrid.

De muestra un botón: el prestigioso economista y miembro de la dirección nacional del PPC, Pedro Lecuona, reaccionaba ofendido a la reprimenda que Jorge Fernández Díaz le echaba en los pasillos del congreso por haber criticado públicamente la "cacicada madrileña" de imponer a Sánchez-Camacho.

De hecho han sido muchos los militantes que se han acercado a Arenas, Mato y a los hermanos Fernández Díaz para protestar enérgicamente por no permitir el libre enfrentamiento de los candidatos en Cataluña e incluso se han hecho corrillos de militantes enzarzados en discutir si el congreso era todo lo democrático que debía de ser.

Todo esto ha querido ser capitalizado por Nebrera, que se ha emocionado al presentar, con lágrimas en la cara, sus avales para optar a la presidencia del partido.

El calor inusual para un hotel de lujo no ha ayudado tampoco a atemperar los ánimos, mientras desde la dirección nacional se justifican lo abucheos achacándolos a personas afines a Nebrera y a militantes que no estaban acreditados debidamente como compromisarios.

Sea como fuere y más allá del resultado final del congreso, la jornada de hoy en el XII congreso del PP catalán pasará a la historia como el más tenso que se recuerda, en un ambiente de división y catarsis jamás visto hasta ahora.

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