La baja participación de los militantes del PP para elegir al sucesor de Mariano Rajoy sigue generando un intenso debate interno y ha provocado incluso cruces de reproches entre los candidatos sobre ese parco 7,6% de los afiliados que se ha inscrito para votar.

A una semana de que concluya la campaña electoral de los seis aspirantes a presidir el PP, los candidatos intensifican sus actos por la geografía española, mientras hacen sus cálculos sobre lo que beneficia o perjudica la participación prevista para la primera vuelta de este proceso, que se celebra el próximo 5 de julio.

La Comisión Organizadora del Congreso, que se reúne mañana , tiene aún que resolver algunas de las peticiones que le han hecho candidatos como Pablo Casado, José Manuel García Margallo o José Ramón García Hernández para ampliar los plazos y aumentar el número de participantes, mientras Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal insisten en que se deben cumplir las normas.

El coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo,instó ayer a los candidatos a centrarse en su campaña y no cuestionar las normas internas. "No cumplir los estatutos tiene mucho peligro", les espetó.

Santamaría defendió la legitimidad del proceso interno de elección del sucesor de Mariano Rajoy y recordó, al compararlo con los de otras formaciones, que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, fue elegido por menos de 6.000 personas.