Fernando Grande-Marlaska | Número uno de la candidatura del PSOE de Cádiz al Congreso

“Hay políticos de la derecha con ocho apellidos muy gaditanos que no han hecho nada por Cádiz”

  • “Lo que más me impacta de Cádiz es su diversidad. Esta provincia es un paradigma de lo que puede ser  España y por eso la Pepa tuvo que nacer aquí”

  • "Los problemas de seguridad en el Campo de Gibraltar han sido una cuestión de Estado desde el primer día”

  • "El miedo lo infunden otros partidos. Nosotros queremos recuperar la España que existía hasta hace poquito”

Fernando Grande-Marlaska gesticula durante la entrevista con este periódico.

Fernando Grande-Marlaska gesticula durante la entrevista con este periódico. / Julio González

El ministro del Interior dice que tiene una pasión que le inculcaron desde pequeño: saber escuchar a la gente. Y explica que ello es fundamental para que cualquier político pueda plantear luego soluciones a los problemas que acucian a las personas. Y aunque ello será verdad, no es menos cierto que Fernando Grande-Marlaska (Bilbao, 1962) es de esos a los que les gusta hablar y hablar, sin pausa pero sin prisa, y más cuando se trata de temas que le gustan o que conoce bien. Ello lo demuestra en la entrevista mantenida con este periódico en la que elogia la diversidad de la provincia de Cádiz y el carácter constitucionalista del PSOE, un partido al que no está afiliado pero que le ha confiado en estas elecciones generales la cabecera de la candidatura al Congreso por Cádiz. Magistrado de profesión, Grande-Marlaska pasó por varios juzgados de instrucción antes de llegar a la Audiencia Nacional, donde llegó a ser presidente de la Sala de lo Penal. En junio de 2018 debutó en política de la mano de Pedro Sánchez asumiendo el Ministerio del Interior.

–Después de las visitas y los encuentros que viene manteniendo en las últimas semanas, ¿qué es lo que más le ha impactado de la provincia de Cádiz?

–Su diversidad, sin duda. Lo que más me ha llamado la atención es esa diversidad pero además en el sentido más amplio de la palabra porque está la diversidad geográfica, pero también la humana y la de los problemas de la gente. Cádiz, por su diversidad, es un paradigma de lo que es España. Y quizás por eso la Pepa tuvo que nacer aquí.

–Sáquenos de dudas: ¿usted se considera o no un cunero?

–Pues no lo sé. Depende de la definición que tenga cada uno de lo que es un cunero. Soy una persona a la que le gusta mucho escuchar a la gente para saber de sus problemas. Y cuando llegué al Gobierno sabía que una de las grandes preocupaciones iba a ser la provincia de Cádiz en su conjunto y también en el ámbito de mi ministerio. Vine a escuchar principalmente al Campo de Gibraltar porque era mi competencia. Escuché, aprendí y tomé los datos necesarios para poder articular posibilidades de resolución a los problemas. En estos diez meses he venido varias veces a esta provincia. Yo no me considero un cunero porque me he preocupado por Cádiz, como me correspondía. Es una cuestión paradigmática. Los partidos que sustentan al Gobierno cuando llegan unas elecciones suelen situar a sus ministros en aquellas provincias que consideran que son relevantes. El fin es hacer ver que estamos ante un Gobierno de Estado y que su política es para todo el territorio nacional. Soy de otro sitio pero me considero absolutamente gaditano. Le diré que lo que he visto en estos diez meses es que durante siete años y medio determinados políticos de la derecha con ocho apellidos muy gaditanos no han hecho nada por la provincia de Cádiz.

–¿Cómo vivió el proceso de configuración de las listas electorales del PSOE gaditano, cuando Ferraz cambió casi en su totalidad la propuesta que partió de Cádiz?

–Esas son cuestiones de partido que se tienen que dilucidar dentro del partido. Lo que los ciudadanos quieren es que los escuchemos y aportemos soluciones a todos los desafíos a los que se enfrentan en el día a día. Porque cuando se levantan por la mañana no se acuerdan de nosotros y cuando se acuestan tampoco, salvo que no estemos haciendo nada.

–La sociedad gaditana lleva años viendo con estupor los sucesos que se localizan en el Campo de Gibraltar. ¿La gravedad de la situación se visualiza con la misma intensidad en Madrid? ¿Ese problema de seguridad se está abordando como una cuestión de Estado?

–Desde el primer momento fue una cuestión de Estado, tanto que hasta se trató en nuestro primer Consejo de Ministros. Lo que veíamos no eran hechos aislados en materia de seguridad, que era lo que decía mi antecesor (Juan Ignacio Zoido). Veíamos cómo los narcotraficantes se estaban haciendo con el control del espacio público en esa comarca. Había un sentimiento de impunidad, hasta cuando los guardias civiles acometían un operativo, por muy pequeño que fuera. ¿Dónde se había visto que encapuchados entraran en un hospital para sacar a un detenido custodiado? Eran muchos elementos. ¿Cómo no iba a ser una cuestión de Estado si se estaba poniendo en duda al propio Estado de Derecho? Y si hemos conseguido estos resultados en diez meses es porque tenemos una Policía Nacional y una Guardia Civil magníficas.

–¿Y el problema está solucionado o hay riesgo de dar marcha atrás en ese cerco al narcotráfico?

–El narcotráfico es un tema muy complejo porque mueve miles y miles de millones de euros a nivel mundial. Yo he ejercido muchos años de juez en cuestiones específicas vinculadas a la delincuencia organizada y conozco esa realidad. Estamos trabajando también en el ámbito económico de las organizaciones criminales, donde realmente se les hace daño. Los efectos de esta lucha contra el blanqueo los empezaremos a ver pronto. Y los refuerzos policiales se mantendrán el tiempo que sea necesario.

–¿Qué nuevas soluciones plantea el PSOE para combatir el alto desempleo de esta provincia?

–Los Presupuestos Generales del Estado de 2019, los más sociales que se han propuesto jamás y que fueron tumbados, miraban a Andalucía y a Cádiz, con un plan de empleo de 40 millones de euros. Ahora todo ha quedado frenado. Aquí hay gente que parece que no quiere tanto a Cádiz. Ese plan de empleo no existió durante los siete años y medio de Gobierno del PP. Esto es un hecho objetivo. En cambio, la anterior Junta de Andalucía hizo una inversión en empleo cercana a los 150 millones de euros y el gobierno de la Diputación dio otros 22 millones.

–Hay dos colectivos profesionales que le han puesto la proa en esta campaña como son los policías y guardias civiles, por la equiparación salarial, y los funcionarios de prisiones. ¿Sus reivindicaciones son justas?

–Todas las reivindicaciones son siempre justas. Pero estos colectivos siempre le ponen la proa a los gobiernos socialistas porque somos los más sociales y los que más hemos reconocido siempre su trabajo. Los mayores incrementos de sueldos y mejora de condiciones laborales y sociales siempre han sido con gobiernos socialistas. A la derecha les importa menos. En cuanto a la equiparación salarial, el acuerdo que cerró el PP estaba cogido con alfileres y nosotros lo asumimos porque la reclamación era justa. Trabajamos mucho desde varios ministerios para que en octubre pudieran cobrar el primer tramo. Y el segundo lo cobrarán ahora. Y el año que viene lo completaremos. En la sociedad se consigue la seguridad teniendo policías y guardias civiles bien pagados pero también con medios adecuados. Y este Gobierno ha aprobado un plan extraordinario de infraestructuras de 600 millones para los próximos seis años, para construir comisarías y comandancias. Y hemos hecho la oferta de empleo público para Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado más importante de los últimos años, con una tasa de reposición altísima. Esto tiene que decirse y ellos lo saben.

–¿Y los funcionarios de prisiones?

–Este Gobierno, al igual que el resto de la sociedad, siempre ha sabido reconocer su trabajo, porque también ellos sufrieron en su momento la lacra del terrorismo. Sabemos de su esfuerzo, de su trabajo y de su servidumbre. Su demanda es de incremento salarial pero en marzo de 2018 habían firmado un acuerdo de subida con el Gobierno del PP y después vimos que no estaba presupuestado ningún incremento salarial. Lo que hicimos para mejorar sus condiciones laborales fue abrir una oferta pública de 900 funcionarios que ya van a tomar posesión. Y ahora ha salido otra de casi 1.000 plazas. Y hemos establecido ayudas en caso de agresiones (abogados, indemnizaciones, etc.) y un plan de formación del que no se sabía nada en siete u ocho años. Otros no hicieron nada por este colectivo.

–¿Cuándo estará lista la nueva Comisaría Provincial de Cádiz?

–En otoño de este año. Las obras que faltan no son muy complejas y sólo dependen de un visto bueno de la Intervención del Estado.

–¿No cree que hay demasiado miedo en esta campaña? Unos alertan de que viene Vox y de que cuidado con las tres derechas y otros avisan que España se rompe si se queda Pedro Sánchez y que ojo con Podemos si entra en el Gobierno. La gente va a votar el domingo temblando de miedo.

–Pero ese mensaje del miedo lo veo en otros partidos, no en el PSOE. Nosotros infundimos ilusión. Queremos recuperar la España que existía hasta hace poquito. No somos nosotros los que estamos diciendo las barbaridades que se han escuchado en esta campaña, como lo de las manos manchadas de sangre. ¿A quién se lo están diciendo? Porque todos los españoles sufrimos a los criminales de ETA. Y decir que votar al PSOE es lo mismo que votar a Otegi... A Pedro Sánchez no le gusta que entremos en el choque verbal, porque no le gusta la crispación, pero a veces no puedo callarme. Nosotros no contribuimos a la confrontación, sólo miramos al futuro.

–A usted, qué también fue amenazado por ETA, ¿no le duele que su partido negocie con Bildu?

–Es que no hemos negociado con ellos.

–Bueno, el voto de Bildu fue clave para aprobar determinados decretos leyes. Y Otegi se jacta de que el PSOE no para de llamarle.

–Nosotros no podemos prohibir que otros partidos apoyen nuestras propuestas. Y en cuanto a lo otro, bueno, no todo lo que dice la gente es realmente así.

–¿Teme que la deriva independentista de Cataluña pueda tener un efecto contagio en su País Vasco?

–No, no lo veo. Pero en cualquier caso, para evitar ese contagio, hay que insistir en el diálogo. Hay que actuar antes de que surjan los problemas.

–¿En qué orden de prioridades sitúa usted el problema de Cataluña a la hora de decidir el voto?

–Es un tema importante, aunque a mí no me gusta hablar del problema de Cataluña sino del reto. Pero lo importante es que la gente piense quién lo ha empezado a abordar y cuándo. Porque fue desde el 7 de junio de 2018. Un referéndum ilegal se lo hicieron a otro Gobierno. El Gobierno de Pedro Sánchez ha encarado este reto trabajando para generar las posibilidades, siempre dentro de la Constitución y de la ley, de una mejora del autogobierno que convenza a todos, a catalanes y al resto de los españoles.

–¿A quién preferiría usted como hipotético socio de gobierno, a Podemos o a Ciudadanos?

–Confiemos en que la gente vote primero, que Pedro Sánchez cree su equipo y que entre todos podamos redescubrir esa España que nos gusta tanto. Lo de Rivera y su cordón sanitario al PSOE no lo entiendo. A mí me gana del PSOE su carácter constitucionalista, porque ha luchado durante 140 años por la libertad, porque es el único partido de los que hay ahora que votó esta Constitución, porque es el único partido que lleva la E de español y por muchas cosas más.

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