Diccionario de campaña

De encuestas, cocinas, horquillas, indecisos...

ENCUESTAS: f.pl. Método para medir estados de opinión preguntando a un número representativo de personas. Con las encuestas, parafraseando a Bismarck, sucede como con las salchichas: resultan suculentas hasta que sabes cómo están hechas. Las encuestas son una de las pasiones nacionales, como Sálvame Deluxe. En ambos no es que te creas lo que dicen, sino que te divierte que te mientan. El poder siempre ha entendido, por inspiración churchilliana, que existen dos clases de encuestas: las que tú controlas y las que controlan otros. Y sólo hay que fiarse de las primeras. Por algo será. Muchos han llegado a compartir la clasificación de las mentiras de Mark Twain: mentiras, malditas mentiras y encuestas. Hay quien cree que no es "método para averiguar estados de opinión" sino un "método para generar estados de opinión". En la obsoleta legislación española, están prohibidas durante la última semana. Así pues, habrá encuestas a diario que podrá consultar cualquiera que lo desee… que para algo esto es España.

COCINA: f.s. Es donde, a partir de la materia prima, se elabora un buen plato… o un buen titular. La cocina necesita algo de misterio, y en eso coinciden Robuchon, Ferran Adrià, Ducasse, Aduriz… y Tezanos.

HORQUILLA: f.s. coloq. Margen entre lo que al encuestador le gustaría que sacara un partido y lo que se teme que puede llegar a sacar.

INDECISO: m.s. Grupo político mayoritario en España. Con un 40%, llega a duplicar al PP o triplicar a Podemos. Podrían ser la mayoría absoluta. Suele usarse para las personas que no saben a quién votar. En realidad, es el porcentaje de personas que sí saben a quién no quieren votar: a nadie.

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