Elecciones

El Gobierno andaluz se siente más sólido, a pesar del hundimiento naranja

  • El bloque de derechas adelanta por primera vez al de izquierda, con 54.075 votos 

  • La Junta se convierte en el refugio de los náufragos de Ciudadanos

  • Vox se mantiene fuera, se siente mejor en el Parlamento de momento

Juanma Moreno, junto a Bendodo, el domingo de las elecciones en Málaga.

Juanma Moreno, junto a Bendodo, el domingo de las elecciones en Málaga. / Carlos Díaz/EFE

El Gobierno andaluz se ha convertido en el refugio del naufragio de Ciudadanos. Fuera de la Junta, el frío sería insoportable para sus dirigentes, de tal modo que los consejeros naranjas, aunque no mantienen buenas relaciones entre ellos, seguirán en el Ejecutivo del popular Juanma Moreno. Una primera conversación entre San Telmo y los dirigentes andaluces de Vox ha despejado cualquier duda sobre los aliados externos. De momento, se quedan sólo en la Cámara, fuera del Ejecutivo, donde sienten que aún tienen posibilidades de seguir creciendo. Estar en la nata del poder sin asumir el desgaste de la gestión diaria se ha convertido en una fórmula magnífica. Antes del 2 de diciembre de 2018, Vox era inexistente en Andalucía, hoy es la segunda fuerza en cuatro provincias.

Vox no quiere entrar en el Gobierno, mejor no puede irle desde el Parlamento

Las alegrías en el Gobierno andaluz van por partes. Hay satisfacción en el PP, porque en estas elecciones generales del 10-N ha ganado una segunda posición que en abril era de Ciudadanos y porque la suma de los tres partidos es superior a la de las izquierdas. Esto no ha ocurrido hasta este momento en la historia de Andalucía, lo que permite a Juanma Moreno mantener la esperanza de que la alianza de las derechas podría seguir ganando unas elecciones autonómicas. Aunque el PSOE ha seguido siendo el primer partido y ha ganado un diputado por Huelva, ha perdido un 9,48% de sus votos. Los populares suben un 11%, 86.000 nuevos electores.

El diputado socialista Alfonso Gómez de Celis dejó este lunes, en una entrevista en Canal Sur Televisión, tres recados para la dirección de Susana Díaz: Pedro Sánchez ha ganado con holgura sus segundas elecciones generales en la comunidad; el PSOE gana un escaño por Huelva, precisamente de donde es el descabalgado Mario Jiménez y preocupación porque la balanza se ha desplazado hacia la derecha. A pesar de que la dirección susanista entiende que los resultados afianzan a su líder, queda demostrado que Sánchez, hasta en su peor momento, tiene más tirón que ella.

El crecimiento de Vox en Andalucía demuestra que el miedo a la derecha no es un sentir general en la comunidad

A esto hay que añadir un factor. Susana Díaz sigue sustentando su estrategia de oposición en un miedo a la derecha que ha dejado de ser un sentir general en Andalucía. Será así entre el electorado de izquierdas y progresista, pero la enorme subida de Vox indica que en la comunidad no hay un rechazo a la extrema derecha tan general como para que la labor de la oposición pivote sobre ello. la oposición necesita un giro.

En Ciudadanos el ambiente es desolador. Lo era desde el domingo por la noche, pero la dimisión de Albert Rivera ha añadido más dolor y una gran incertidumbre. El vicepresidente Juan Marín y la consejera Rocío Ruiz no guardan buenas relaciones, sus aliados en Madrid eran bien distintos y ahora tendrán que tomar partidos distintos en el caso de que haya varias candidaturas para suceder a Rivera. Si sólo aspirase a ello la jerezana Inés Arrimadas todo sería más fácil, pero el núcleo duro de Ciudadanos, el formado por Fran Hervía, Virginia Salmerón y Manuel Villegas, se ha quedado fuera del Congreso. Hervía, anterior diputado por Granada y secretario de Organización, no ha conseguido el acta, como Villegas, secretario general, por Almería. Salmerón, esposa de Hervía, también ha perdido el escaño por Sevilla.

De este modo, habrá una reordenación de Ciudadanos en Andalucía, pero ello no afectará a la permanencia en el seno del Gobierno andaluz. Vox no ha llamado a la puerta de San Telmo, no lo necesita, su posición en el Parlamento es muy desahogada, conseguirán más reformas en la Junta y seguirán aspirando a liderar la derecha andaluza.

Vox ha crecido un 41,52% en Andalucía y es el segundo partido, detrás del PSOE, en las provincias de Sevilla, Cádiz y Almería. Una de las diferencias respecto al PP es que Vox consigue muchos apoyos en zonas rurales y en municipios con fuerte inmigración de anteriores electores de izquierdas.   

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