Elecciones

Debate electoral: Bloque de Casado y Rivera contra Sánchez

  • El primer encuentro entre los candidatos a las elecciones generales sólo deja infructuosos cruces de acusaciones y nada más, pero este martes otro igual 

Los cuatro candidatos de PP, PSOE, Cx y Unidas Podemos, antes de comenzar el debate de Rtve.

Los cuatro candidatos de PP, PSOE, Cx y Unidas Podemos, antes de comenzar el debate de Rtve. / EFE

El primer minuto del debate ya definió cuáles son las estrategias de los cuatro partidos, la del debate de Televisión Española de este lunes y la que resta de esta semana de campaña electoral. Los candidatos del PP y de Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, respectivamente, han formado un bloque contra el socialista Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno ha ejercido de presa, y tanto el líder de los populares como el de los naranjas han dado muestras de ser unos candidatos de colmillos afilados y lenguas precisas. Tres ejemplos en forma de acusaciones de Casado: "Cuando un Gobierno socialista entra por la puerta, el empleo sale por la ventana". "Usted pactó unos presupuestos, prácticamente, comunistas". "Los batasunos e independentistas están representados aquí por el señor Sánchez". Y Albert Rivera: "Estamos aquí de milagro". "Es una emergencia nacional mandarlo a la oposición".

Y Sánchez, caparazón de hierro, ha aguantado los golpes. Al menos, entre los suyos. Pero nada más. 

Televisión Española ha celebrado este lunes el primero de los debates de la campaña de las generales del 28 de abril. Este martes será el turno de Atresmedia. Una de las grandes incógnitas que ha dejado este solapamiento de debates es qué habrá trascurrido de interés entre el uno y el otro. Es más, lo visto en el debate es un buen resumen de lo vivido en la campaña. A saber: Pablo Casado y Albert Rivera pueden formar un Gobierno a la andaluza, con el ausente, Vox, de aliado fuera o dentro del Ejecutivo. Aunque los sondeos publicados no le otorgan la suma, la adición de tres puede llegar a la mayoría absoluta de los 176 escaños. Se nota, pero el PP y Ciudadanos no tratan tanto de desacreditar al presidente Pedro Sánchez, que lo está ante sus respectivos electorados, sino de competir entre ambos por ver quién es el más duro, porque el ausente es el más rocoso de los tres.

Y nada más, a pesar de que el periodista que ha conducido el debate, Xabier Fortes, interpeló a los candidatos a que se respondieran a las preguntas de los otros. Nada de eso, tampoco son unos ilusos, los cuatro saben que una de las técnicas de estos debate consiste en acabar cada intervención con una pregunta abierta al siguiente para ligarlo al relato propio. 

El cuarto en liza ha sido el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que a duras penas ha logrado abrir algún diálogo con el resto de los contendientes. Como ya hiciese Julio Anguita hace dos décadas, Iglesias vivo a decir que su programa estaba incluido en la Constitución española si ésta se cumpliese. Su programa, de hecho, tiene forma de Constitución, e Iglesias la lleva en uno de los bolsillos del pantalón. Entre los otros tres, sólo le faltaba un casco azul.

Y nada más.

No hay debate, ni en esta televisión ni posiblemente mañana en Atresmedia. O son monólogos o son ataques cruzados, pero sin intersección ni de ideas ni de propuestas. Ni siquiera el apartado destinado a debatir sobre el asunto territorial de España -es decir, Cataluña- ha aportado más allá de lo que se sabe de la postura de los tres partidos. Rivera y Casado intentaron que Sánchez aclarase si su Gobierno indultaría a los dirigentes del Procés que se sientan estos días ante el Tribunal Supremo. Los dos de la oposición insistieron en la supuesta traición de Sánchez a España, y éste les respondió que no se puede dar "un indulto preventivo" ya que la sentencia aún no ha sido dictada.

Pedro Sánchez ha escapado de este primer debate porque resistió y porque el último apartado dedicado a los pactos le permitió hablar del pacto a la andaluza. "Qué decepción", le dijo dirigiéndose a Rivera, a quien le reprochó que buscase un pacto de Gobierno donde Vox será necesario. "Usted no es mi adversario", le aclaró Casado a Rivera. El esquinado Pablo Iglesias inquirió a Sánchez para que aclarase si el PSOE podría pactar con Ciudadanos, pero no hizo falta porque Rivera interrumpió para decir que eso era imposible. A pesar de eso, el líder de Unidas Podemos realizó la pregunta en tres ocasiones: "¿Pactarás, Pedro, con Ciudadanos?" No hacía falta porque Rivera respondía, pero a cada respuesta de éste, Iglesias descalificaba su credibilidad porque también pactó con Rajoy a pesar de negarle en muchas ocasiones.

El debate finalizó con los llamados minutos de oro, un galardón que le viene grande tanto a estos cuatro monólogos finales como al resto del debate.

Y nada más, pero este martes más.

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