España

Reflexión en Nou Barris

  • Blas Infante toma el sol en una jornada reflexiva y laboral en un parque donde se vota al PSC

Una de las cosas extrañas de estas elecciones catalanas es que el día de reflexión también es laboral. Como el 21-D. No hay mítines ni debates ni Miquel Iceta se marca más bailes, pero la gente tiene que compaginar el trabajo con la reflexión. ¿A quién votar? Es un día frío en Barcelona, y en Nou Barris sólo se ve por la calle a gente mayor y a algunos niños acompañados de sus abuelos. La cifra de desempleo en Cataluña no supera el 13%, y los días de trabajo no se ve gente ociosa en el horario laboral. Nou Barris es un distrito situado al norte de Barcelona, una enorme barriada de bloques bien cuidados, algunos parques, muchos centros municipales y una pavimentación propia de los mejores barrios. Son hijos y nietos de la emigración, una barriada "de gente obrera", me explican, un distrito que tradicionalmente ha votado al PSC, aunque en las municipales ganó Ada Coalu, a quien muchos admiraban de su período de activista contra los desahucios.

Es cierto que Cataluña es más diversa que el resto de España. Son dos lenguas; un mundo rural tradicional, abono del viejo carlismo, junto a una capital abierta y mediteránea; una burguesía nacionalista y los hijos del anarquismo y el sindicalismo más potente del país. Más de un millón de catalanes nacidos en Andalucía votará en estas elecciones autonómicas, uno de cada dos catalanes, el 50%, es de padre o madre nacido en otras provincias de España. Eso es Nou Barris.

Es día de reflexión, pero casi nadie reflexiona, porque es laboral, aunque los catalanes han tenido tiempo para pensar y experiencias para contrastar. En un banco soleado hay tres personas sentadas y dos de pie, son mayores, conversan, me dirán que cinco están parados y otros dos, jubilados. Todos son hijos de andaluces, de Sevilla, de Málaga y de Granada, aunque uno de ellos nació en el mismo Sevilla. José, Pepe, me lo deja claro desde el principio: aquí se vota al PSOE. Sí, eso es lo primero que dice, al PSOE, y después matiza: al PSC. Pepe, que nació en Barcelona aunque sus hermanos lo hicieron en Granada, me explica que en Nou Barris siempre se ha votado socialista, aunque en las autonómicas apenas han votado hasta ahora. Él sólo lo ha hecho dos veces, y mañana será la tercera. Lo hará por Miquel Iceta.

En las fachadas del barrio no se ve ninguna estelada, hay algunas banderas españolas y varias señeras y no se oye hablar catalán. Los del banco al sol me hablan de los "catalanes"; es curioso, varios de ellos han nacido en Barcelona, todos llevan más de 50 años viviendo en Cataluña, pero tienen tan asumida la diferencia entre dos comunidades que se refieren a los "catalanes" para explicar el voto independentista. Los catalanes son los que mandan en esta comunidad, los que votan a Esquerra (al PDeCAT ni lo nombran) y los que le obligan a saber catalán para ser contratados en el Ayuntamiento y la Generalitat. Está claro que me he encontrado con una bancada que piensa como Ciudadanos, pero ellos van a votar al PSC.

Albert Rivera e Inés Arrimadas cerraron la campaña electoral en Nou Barris. Ciudadanos es un partido charnego formado por los catalanes hijos y nietos de emigrantes. Arrimadas es una recién llegada, jerezana, casada con un soberanista; la madre de Rivera es malagueña; el secretario general, Matías Alonso, es de La Línea; los padres de José María Villegas son almeriense, y los de Fran Hervía, de Granada. El partido naranja, sin embargo, es una idea de un grupo de intelectuales catalanes que un día se hartaron del monopolio ideológico del nacionalismo y del pujolismo, Albert Rivera era sólo un chaval educado y bien hablado que pasaba por allí.

Los quiosqueros son una buena fuente de información. En Nou Barris, el periódico que más se vende es El Periódico de Cataluña, el único rotativo que sin, ser españolista, se mantuvo siempre en contra de la aventura independentista y del procés. Le sigue La Vanguardia, instalada en su meandro acomodaticio de la sociedad plural a la que se debe, y Ara, un periódico independentista, muy bien hecho, que cada día se vende más. El dueño del quiosco me confirma que allí se vota al PSC, aunque también hay independentista. Un amigo que está a su lado matiza: "La gente que va a votar por primera vez lo va a hacer por Ciudadanos".

Intuyo que él lo hará. Mi amigo el quiosquero apunta: "No sé, Arrimadas es muy radical. ¿Su padre qué era?" Le explico lo que sé de la familia de Inés Arrimadas, dónde vivía, por qué se fue a Barcelona. Es muy escéptico respecto a Ciudadanos, confía en una persona como Iceta que pueda hablar con los dos bandos enfrentados, que tenga ese punto catalanista sin dejar de ser constitucionalista. Es la esencia del PSC, un acuerdo entre la burguesía progresista, de la gouche divine, y del sindicalismo obrero y emigrante, José Montilla y el nieto de Joan Maragall en un mismo partido. "Lo que importa es conseguir más votos que Esquerra, porque a Esquerra le va a votar mucha gente", adelanta el chaval al que supongo que votará a Ciudadanos.

El edificio de un antiguo hospital mental alberga la sede del Ayuntamiento de Barcelona en Nou Barris, es un caserón de estilo industrial rehabilitado de la mano de arquitectos catalanes, un amplio patio y un gran jardín a sus alrededores. Pedro, o Pere, es el único que encuentro con un lazo amarillo en la solapa, es una muestra de solidaridad con los ex dirigentes de la Generalitat encarcelado, me cuenta que sus padres eran almeriense, pero él es independentista. Está convencido de que Esquerra ganará estas elecciones, no habla mal de los otros partidos, a excepción del PP. Con todos los que hablo me ocurre lo mismo, al menos en Nou Barris: ni Rajoy ni Albiol tiene muchos amigos por aquí.

Hace frío, pero el día está soleado. Me siento en otro banco, y justo en frente hay un busto de bronce de un hombre con gafas que me resulta algo similar. Me acerco. Anda, es Blas Infante. El padre de la patria andaluza. El centro andaluz de Cataluña y, en su nombre, el Ayuntamiento de Barcelona, a Blas Infante, padre de la patria andaluza. Barcelona 1982. Eso es lo que se lee en la placa, el monumento se compone, además de la estatua, de un conjunto de columnas rotas a propósito que deben hacer alusión a las de Hércules o al pasado romano común de ambas comunidades. Allí está el bronce, cuidado, impoluto, sin una pintada. Cataluña.

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