El presidente de la Fundación Franco, Juan Chicharro, cree que la intención del Gobierno de exhumar a Franco del Valle de los Caídos es sólo el principio, "después vendrá la demolición de la gran cruz y la expulsión de los benedictinos para convertirlo, finalmente, en un parque temático".

La situación es "muy preocupante", asegura Chicharro en una entrevista con Efe, aunque no ve "tan posible que el Gobierno pueda llevar a cabo la exhumación, ya que la última palabra la va a tener la Iglesia".

El máximo responsable de la Fundación también pone en duda que el Gobierno central "tenga algo negociado con la iglesia tal y como dejó entrever ayer (el viernes) la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo", según Chicharro.

"Franco fue el salvador de la Iglesia católica española; sin él, habría desaparecido por completo de nuestro territorio", ha ahondado Chicharro.

El presidente de la Fundación Franco también recuerda que "el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, no tiene competencia en este asunto por muchas declaraciones que haga, ya que, la única autoridad que existe en esta basílica, es la del prior".

Juan Chicharro está convencido de que la llegada de Podemos al Congreso de los Diputados y "su apoyo y el de los separatistas ha sido fundamental para que el Gobierno de Pedro Sánchez haya iniciado este proceso con una urgencia que no tiene sentido".

La Fundación Francisco Franco ha pedido a los partidos de centro derecha españoles que "tomen medidas y abandonen esa relativa moral en la que están estancados y que ha llevado al PP a perder millones de votos".

Juan Chicharro también muestra su extrañeza ante la actitud que está teniendo en ese asunto el PNV, "ya que a pesar de ser un partido nacionalista, son católicos". "Hay que recordar que el Rey emérito Juan Carlos I fue Rey de España por Franco y estoy convencido que tanto él, como el rey Felipe VI, están preocupados por esta situación", asegura.

El máximo responsable de esta Fundación considera además que "Franco no quería ser enterrado en el Valle de los Caídos, seguro que tenía pensado otro sitio para ser enterrado; fue el Rey Juan Carlos, entre otros, el que decidió que fuese allí".

Recalca que la Fundación y sus miembros van a "cumplir siempre la ley y es la iglesia la que tendrá que actuar cuando llegue el momento; a día de hoy, hay que esperar a ver cómo transcurre todo", para añadir una interrogante sobre el futuro de los restos del dictador: "Ya veremos si lo consiguen".