Cumbre hispano-alemana | Reunión en Sanlúcar

Merkel y Sánchez llaman a la acción conjunta de la UE por la inmigración

  • "Ningún país puede eximirse de este desafío", dice la canciller alemana

  • Ambos dirigentes piden soluciones en Europa y en África

Merkel y su esposo, Joachim Sauer, con Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez / MANUEL ARANDA

Claro y rotundo mensaje a todos los países miembros de la Unión Europea (UE): ante la llegada masiva de inmigrantes a las costas de los países más cercanos, nadie puede mirar hacia otro lado. La solción ha de enconrarse entre todos y, además, debe ser la propia Union Europea la que ayude a atajar el problema de raíz, más allá del Estrecho, en la propia África. Así lo expresaron ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la canciller alemana, Angela Merkel, que insistieron en que la UE debe intensificar de forma conjunta la cooperación con los países africanos para hacer frente a la crisis migratoria. En concreto, ayer se comprometieron a aumentar el apoyo a Marruecos y Túnez.

En una rueda de prensa conjunta tras celebrar un almuerzo de trabajo en el Palacio de los Duques de Medina Sidonia en Sanlúcar de Barrameda, Sánchez y Merkel explicaron que, además de hablar del control de fronteras y de la acogida humanitaria, es necesario reforzar la cooperación de la UE con los países africanos. "Si queremos hablar sobre cómo ordenar los flujos migratorios, lo tenemos que hacer desde posiciones compartidas y desde un punto de vista mucho más transversal", dijo Pedro Sánchez.

"Tenemos que intensificar la cooperación con Marruecos y Túnez porque son países que necesitan ayuda y son fronterizos", concretó Merkel, quien subrayó también que "la UE está llegando acuerdos con países de origen como Níger, Senegal o Ghana". La canciller apostó por "una cooperación leal" con los países de África. "No solo tenemos que hablar sobre África, tenemos que hablar con África", sentenció.

Sánchez recordó que Marruecos es uno de los principales socios de la UE "y también está sufriendo la presión migratoria", por lo que se mostró a favor de reforzar la cooperación bilateral "para otorgar a Marruecos un papel clave para ordenar los flujos migratorios".

Sin embargo, uno de los asuntos que había levantado más expectación previa, los fondos económicos, no se concretó. Hubo una pregunta directa a ambos mandatarios que respondió el presidente español. "No es momento de hablar de dinero", dijo. Finalmente, ninguno de los dos especificó ni cómo ni cuándo se aplicará esa colaboración.

Pedro Sánchez indicó además que "Europa debe rechazar el oportunismo de aquellos que proponen las soluciones fracasadas del pasado" y recordó que aunque solo 14 kilómetros separan las costas de España y de Europa de las del norte de África, "hay una distancia infinitamente mayor en términos de desarrollo económico, social y de derechos humanos".

En esa línea, Sánchez abundó en que la política a seguir con respecto a la crisis migratoria "debe ser holística y transversal". "No sólo tenemos que reforzar los controles fronterizos y regular los movimientos de los migrantes secundarios, sino que tenemos que orientar nuestra visión a los países de origen con programas de cooperación al desarrollo para dar una oportunidad a aquellos jóvenes que se ven obligados a emigrar".

Merkel insistió en eso mismo, y resaltó que "solo de manera conjunta podremos ser fuertes para superar los retos" relacionados con la inmigración. "Ningún país puede eximirse de este desafío", subrayó, lanzando un claro mensaje a quienes han rechazado la acogida de inmigrantes. La canciller también se mostró a favor de respetar la dignidad humana de las personas que llegan a territorio europeo. "Las tendencias racistas que vemos, lamentablemente, en todos los Estados miembros, es algo contra lo que tenemos que luchar", indicó.

Con respecto a la gestión de los refugiados, Merkel subrayó que "el sistema de Dublin vigente debe conciliarse con la libre circulación, pero debemos mejorarlo. Todos los países debemos organizar un sistema justo y organizar la repatriación de manera conjunta de las personas que no puedan quedarse de manera duradera", explicó Merkel, que insistió en establecer una "cooperación leal" con los países africanos. Y añadió: "Los países que estamos en el espacio Schengen necesitamos un reparto justo de refugiados" así como "gestionar un retorno seguro e invertir en relaciones en la que ganemos tanto los países europeos como los países fronterizos como los de origen".

"Estamos apostando por soluciones europeas a problemas comunes, España no es el único de los países con los que negociaremos un acuerdo sobre los migrantes secundarios -aquellos que han llegado a países europeos lejanos a las fronteras europeas como Alemania-, y de hecho estamos hablando con Grecia", profundizó.

Con todo Merkel, señaló que comparte la visión de Sánchez de que la UE "se fundamenta en valores como el respeto a la dignidad humana, que tiene que huir del racismo que no sólo se opone a esos valores, sino que supone un freno al progreso común".

Ambos dirigentes se mostraron contentos por el acuerdo alcanzado esta semana entre ambos países para que Alemania pueda devolver a los inmigrantes registrados previamente en España y que precisamente hoy entró en vigor. La devolución se hará en un plazo de 48 horas desde su retención en la frontera. Merkel "agradeció" a España dicho pacto mientras que Sánchez criticó la sorpresa que causó en algunos medios.

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