Ciudadanos sigue desangrándose una semana después de que tres tránsfugas naranjas abortaran la operación para desbancar al PP de Murcia y han vuelto a sumar nuevas bajas, algunas de peso, como la de la diputada Marta Martín, en un camino que pone al partido de Inés Arrimadas al borde del precipicio.

Si el miércoles fue el diputado Pablo Cambronero quien anunció su baja en el partido, aunque manteniendo su escaño en el Grupo Mixto, este jueves ha sido Marta Martín la que abandona, pero en su caso renunciando también a su acta en el Congreso, un gesto que han valorado sus compañeros, al contrario que la decisión de Cambronero, que han tachado de "indigna".

No es el único que no ha dejado su escaño, a lo que están obligados de acuerdo con la Carta Ética que firman todos los cargos, ya que los senadores Emilio Argüeso y Ruth Goñi, que se han dado de baja en las últimas horas, seguirán también en el Mixto.

Goñi ha justificado su decisión de mantener el acta para evitar que el siguiente en la lista trabajara en favor del PSOE, y todos los que se han ido se han escudado en que lo han hecho por el giro de Arrimadas a la izquierda y el acercamiento a Pedro Sánchez.

No obstante, el portavoz, Edmundo Bal, les ha recordado que son un partido de centro y, como tal, pactan a izquierda y derecha, como han hecho siempre, en función de los intereses de los españoles. Bal cree que lo que están haciendo es "inventarse" excusas en un escenario en el que el PP continúa con sus maniobras para atraer cargos naranjas después de lograr frenar la moción de censura en Murcia, que ha fracasado hoy, al contar con el voto de los tres tránsfugas de Ciudadanos, entre ellos el de la vicepresidenta, Isabel Franco.

Precisamente, la renuncia de Marta Martín se produce después que se haya publicado una foto donde se la ve con los senadores Ruth Goñi y Emilio Argüeso, y también junto a Fran Hervías, senador de Ciudadanos que se ha pasado al PP, compartiendo mesa en la terraza de un bar.

A Hervías, que fue secretario de Organización del partido con Albert Rivera, la dirección le relaciona con el fracaso de la moción de censura y piensa que está detrás de que los tres diputados murcianos se cambiaran de bando una vez que firmaron la moción.

Una docena de dirigentes se han marchado ya

Son ya una docena de dirigentes más o menos relevantes, aparte de otros de menor relevancia, los que se han ido de Ciudadanos, unos al PP, otros a sus profesiones y algunos, como Toni Cantó, que, si bien ha dejado todos sus cargos, mantiene por ahora el carné naranja y está decidido a apoyar públicamente la campaña de Isabel Díaz Ayuso en Madrid para las elecciones del 4 de mayo, que son otro de los efectos devastadores que ha tenido para el partido naranja la moción de Murcia: ha perdido de una tacada dos de las cuatro comunidades que controlaba.

Desde la dirección, confían en haber taponado la sangría en el Congreso y en el Senado, ya que, en el caso de la Cámara Baja, los nueve diputados que quedan, incluido el que sustituye a Marta Martin -Juan Ignacio López Bas-, parece que están muy cohesionados y convencidos de una estrategia centrista que supone poder tejer alianzas tanto con el PP como con el PSOE.

En el Senado, después de la salida de tres parlamentarios, se quedan solo con cuatro y sin grupo propio, porque el mínimo para poder mantenerlo son seis representantes. Además, pierden una subvención anual de 342.000 euros y visibilidad parlamentaria, ya que se reduce su cupo de iniciativas y preguntas orales.

Otros dos senadores están en el aire, porque son por designación de la Asamblea de Madrid y dependen, por tanto, de los resultados que obtengan en las elecciones madrileñas del próximo 4 de mayo.