Xoel López | Músico

“Ninguna canción está acabada hasta que alguien la hace suya”

El cantante y compositor Xoel López (La Coruña, 1977).

El cantante y compositor Xoel López (La Coruña, 1977). / Mónica Figueras

Bautizado en las procelosas aguas del fenómeno indie que brotó en los 90, Xoel López (La Coruña, 1977) ha defendido siempre una manera singular y libre de entender la música, ya en sus primeros discos como Deluxe y, desde la aparición en 2012 de Atlántico, en primera persona con su nombre y apellidos. El recién publicado Si mi rayo te alcanzara, producido por Carles Campi Campón y compuesto al alimón con David Quinzán, viaja de la world music a la mejor tradición del pop español en un paisaje único.

-¿En qué medida es Si mi rayo te alcanzara un punto y aparte en su trayectoria o, por el contrario, una solución de continuidad?

-Supongo que es inevitable que cualquier cosa que haga ahora remita a lo que ya he hecho. Es verdad que en este disco hay elementos, tanto estéticos como emocionales, que pueden resultar novedosos. Pero también hay otros que remiten, creo, no sólo a otros discos recientes, sino incluso a la época de Deluxe. Sigo incorporando sonidos que me interesan y abriendo el abanico. Otra cosa, claro, es que no lo haga con el desparpajo que tenía a los veintipocos años. Al final, como me decía un amigo, hacemos lo que podemos, lo que mejor nos sale en cada momento.

-¿Le preocupa o le incomoda que la epidemia influya en la percepción de estas canciones, compuestas en 2019? ¿Que terminen significando algo distinto de lo que pretendía?

-Que la gente interprete las canciones a su manera es inevitable y también deseable, en parte porque las canciones no llegan a estar terminadas hasta que son de otros. Por mucho que trabajes en ellas, las canciones no se acaban en el laboratorio, sino en el momento en que alguien las escucha y las hace suyas. Pero es que esa participación del otro, ese presencia de la otredad, es lo que da pleno sentido al arte. Lo curioso es que ante una misma canción dos personas pueden reaccionar de manera muy diferente. Una misma canción puede resultar alegre para unos y triste para otros. Y eso me resulta muy enriquecedor.

-Las reacciones dispares son de alguna forma lógicas en sus temas, donde se mezclan muchos matices.

-Sí, pero supongo que eso es normal si lo que quieres es reflejar la vida misma en tus canciones, porque la vida es un fenómeno complejo. Hay quien tiene vidas más planas, pero por lo general nos movemos en una confluencia de luz y oscuridad. Yo, particularmente, abrazo momentos: un miércoles puede resultarme particularmente difícil y a lo mejor el jueves lo veo todo con más serenidad, incluso alegría. La vida se corresponde con eso de las noches alegres y las mañanas tristes.

"A estas alturas, es inevitable que cualquier cosa que haga ahora remita a lo que he hecho antes"

-Su nuevo disco atraviesa paisajes sonoros muy diversos, ¿dieron muchas vueltas las canciones hasta el molde final?

-Si mi rayo te alcanzara ha seguido una fórmula distinta a la que sigo habitualmente. Hasta ahora he sido productor o al menos coproductor de todos mis discos, con lo que yo tomaba la mayor parte de las decisiones. Y eso ha implicado a menudo, como dices, que probara distintos trajes para una misma canción antes de grabarla. A veces he llegado a grabar en maquetas nueve versiones de una misma canción antes de ir al estudio. Y no creo que, como sostienen algunos, una canción vaya a funcionar menos sólo porque cueste más encontrar su versión definitiva. De hecho, por lo general sucede lo contrario, al menos en mi caso. De cualquier forma, en este disco he compuesto las canciones mano a mano con David Quinzán y he dejado la producción entera en manos de Carles Campi Campón. Yo empezaba las canciones en mi casa al piano o a la guitarra, se las llevaba luego a David para terminarlas entre los dos y luego se encargaba Campi de darles toda la forma en el estudio.

-¿Y siente este disco igual de suyo que los anteriores?

-Sí, sí, desde luego. Digamos que, ahora que la gente tiene un cierto imaginario respecto a mí, me lo podía permitir. Me apetecía trabajar de manera más compartida desde hace tiempo, aunque también es verdad que con un disco como Atlántico, que sí significó un antes y un después en mi carrera, habría sido más complicado. Ha sido todo muy natural: Campi se ha encargado de toda la instrumentación y luego yo añadía la voz. Como mucho, le pedía que me permitiera añadir una pandereta. Aunque hemos revisado todo juntos, no le pedí que rehiciera nada ni una sola vez.

-Tal vez una de las mayores novedades sea la aportación de los coros, ahora más elaborada y directa.

-Pues fíjate que el arreglo vocal es una de las pocas aportaciones que puedo considerar completamente mías. Es verdad que aunque ya había una presencia de los coros muy importante en los últimos discos, ahora lo hemos reforzado. La idea era que los coros dialogaran con la voz solista y para eso hemos puesto en común muchas influencias, lo mismo el sonido de 4.40 que el de las Shangri-Las o el de la música de la Motown que escuchaba en mi etapa más mod. Ha sido divertido.

-¿Dejará la epidemia de este año huella en su obra?

-Es curioso porque me gusta pensar que Si mi rayo te alcanzara trae parte de la energía del año en que fue compuesto, el 2019, antes de la epidemia. Durante el confinamiento apenas escribí unos versos, pero después sí he compuesto tres o cuatro canciones y la huella está presente, claro. Tal vez lo que haga sea encapsular estos sentimientos, quizá en un EP o algo así. Sea como sea, esto dejará su poso.

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