Cristina Castaño | Actriz

"A veces hay que dar el salto aunque no haya red debajo"

"A veces hay que dar el salto aunque no haya red debajo"

"A veces hay que dar el salto aunque no haya red debajo" / mediaset

Cristina Castaño (Villalba, Lugo, 1978) está unida al nombre de Judit Becker, la psicóloga de La que se avecina. Aunque hace ya tres años que dejó el papel, al ofrecerse la comedia a diario es como si nunca hubiera dejado el bloque de Mirador de Montepinar. Se marchó a Madrid a estudiar Periodismo (es sobrina de Pepe Domingo Castaño) y terminó haciendo televisión, como el serial Al salir de clase, en Telecinco, cadena donde también intervino en El Comisario antes de la comedia de los vecinos. En teatro ha protagonizado musicales como Cabaret.

-Está grabando en Málaga la serie Toy Boy en la que interpreta a una empresaria. ¿Necesita un cambio de registro en la televisión?

-En Toy Boy, para Antena 3, tengo un aspecto diferente y hago un papel que no recuerda a nada de lo que había hecho hasta ahora. Es un cambio de imagen tan potente que no me van a reconocer muchos. Necesitaba cambiar, por mí misma y también por los demás. Hay que hacer otras cosas.

"Mi personaje en 'Toy Boy' se pone a la defensiva. Ser implacable no quiere decir que seas una mala persona"

-Siempre en movimiento.

-Yo me siento una eterna aprendiz.

-¿Le había cogido manía a la comedia tras siete temporadas en La que se avecina?

-No diría que le cogí manía, pero sí que había que cambiar. Yo le tengo cariño al personaje de Judit, como le sucede a tantos espectadores, pero creo que tenía toda su historia contada. Tenía la intuición de que no me llamaban para otras cosas porque estaba encasillada en Judit. Así que era mejor cerrar aquel papel y ver qué podía encontrar.

-¿Se fue de La que se avecina sin ningún otro proyecto a mano?

-Fue así. A veces hay que dar el salto aunque no haya red debajo. Hay que forzar que pasen cosas. Me fui con miedo, pero con confianza.

-¿En Cabaret lo dio todo?

-Canta, bailar. Hay que ser multitarea.

-Una gallega interpreta ahora a una empresaria marbellí que se llama Macarena...

-Mi personaje en Toy Boy es un tiburón del mundo empresarial y político. Lo que desea es que nadie ponga en cuestión su poder. Se impone a todos. Si mi papel fuera el de un hombre sería muy criticable por su actitud, lo reconozco.

-¿Para conservar el poder hay que ser malvado?

-En el caso del personaje de Macarena es una mujer firme, autoritaria. Se pone a la defensiva de los demás, pero no es una mujer malvada. Ser implacable, como es este caso, no quiere decir que seas una mala persona.

-En esta serie de la productora Plano a Plano que veremos la próxima temporada en Antena 3 usted tiene un hijo de 17 años.

-En esta serie represento más edad de la que tengo, aunque por mi edad podría tener un hijo de 17 años. Pero en la vida real ni siquiera me he estrenado como madre. Es un rasgo más de ese cambio de registro que necesitaba.

-El protagonista de Toy Boy es Jesús Mosquera, futbolista que hace unos años jugaba con el Betis B y el Antequera. ¿Cómo cree que funciona este malagueño que ha cambiado el césped por el plató?

-Es asombroso cómo se ha implicado para convertirse en un actor profesional. Se está preparando muy bien. Es una gran oportunidad para él que está sabiendo aprovechar. Al tercer día de rodaje estaba grabando conmigo unas escenas sexuales, de alto voltaje, y eso no es fácil para un debutante. Es normal que te sientas incómodo, más por tu mundo interior que porque te estén viendo, y sin embargo lo sobrellevó con gran profesionalidad. Jesús tiene una gran sensibilidad y también una vocación de esfuerzo, que será por su trayectoria deportiva, que agradecemos los que ya llevamos muchos años en esto.

-¿La química entre actores depende de la edad, de la experiencia?

-Y también de la personalidad de cada uno. Hay veteranos que son incapaces de mostrar proximidad y otros que admiras por todo lo que aprendes de ellos. Y hay también novatos como algunos de los jóvenes de Toy Boy que aprendes de ellos por sus ganas de trabajar, de conocer. En la profesión de actor hay que ser esponja aunque creas que ya lo has visto todo.

-¿Cómo es en la ficción la relación de Macarena con Hugo (el personaje que interpreta Mosquera)?

-Hugo es su amante, como un juguete para ella. Y él se convierte en el presunto asesino de su marido. Ése es el eje de Toy Boy.

-¿Sabe ya lo que sucederá al final?

-Intentamos averiguarlo por nuestra cuenta, preguntando qué saben los demás. En el rodaje de un thriller te pones a indagar por tu cuenta porque es como si se trasladara toda la incertidumbre de la ficción a la vida real.

-En el teatro representa ¿Quién es el señor Schmitt? con el actor de moda, Javier Gutiérrez. ¿El teatro se convierte en un refugio para ambos?

-Es donde hay que estar, aunque a veces en la giras no sepas ni en la ciudad donde te encuentras. Javier es tan fantástico como se imagina todo el mundo. No sólo lo parece, es que es así de carismático. Un gran actor. Y en ¿Quién es el señor Schmitt? hay que destacar el trabajo de Sergio Peris-Mencheta para dirigirnos.

-¿Alguna obra que le gustaría representar?

-Cualquier obra clásica griega. Con esos personajes tan poderosos. La esencia del teatro se encuentra ahí.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios